En mis épocas de la universidad tenía una amiga del Partido Humanista. Pobre Susanita, tenía varios corsos de contramano. Pero tenía lo suyo.
Me contaba de sus idas al cerro Uritorco en Córdoba, al que ella consideraba una especie de Rucafé* galáctico, para cargarse de energía y, de paso, reencontrarse con seres de otros planetas.
El sueño de toda su vida era ir algún día a visitar Stonehenge, el Tortoni del universo.
*Pregúntele a Ramiro.
deberías haberle contado a tu amiga susanita, que de triunfar sus ideas políticas no iba a poder viajar ni a media cuadra de su casa sin un permiso o una razón suficiente que convenza a los burócratas de turno.
ReplyDeleteComo dijo Einstein, hay dos formas de ver las cosas en la vida, como si todo fuera un milagro, o como si nada fuera un milagro. Los que no pueden ver lo milagroso de todos los dias terminan viendo marcianos
ReplyDeleteTu amiga Susanita por lo menos iba hasta Córdoba a encontrarse con extraterrestres. En 1992, me llamó una amiga y me invitó a ir con un grupo de gente a un encuentro con extraterrestres ¡en la Ruta Nac. 8 pasando Pilar!
ReplyDelete¡Yo no lo podía creer! Medio en broma le pregunté si era antes de San Antonio de Areco y me dijo que sí, que era pasando Pilar, pero antes del cruce con la Ruta Prov. 6Entonces le sugerí que estuviera alerta porque si la hacían entrar a un plato volador con espejos en el techo había caído en el viejo truco de "Vení nena que te muestro el marcianito". Nunca más me llamó.
¿La habrán abducido?
Rucafé, el mejor café con medialunas de los 90s en Tucson, AR(G)
ReplyDeleteAnónimo, Susanita tenía una fortaleza de aquellas.
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