Clásicos

Los "docentes” argentos, siempre tan combativos y comprometidos con la defensa de la educación, ahora le hacen la vida imposible a Macri, el intendente de la ciudad de Buenos Aires. Ya se olvidaron del apoyo incondicional que hasta muy poco otorgaban al kirchnerismo y de los años que pasaron con salarios licuados por la devaluación sin decir ni mú.

Las tácticas son las mismas de siempre. La corporación docente pretende vender la historieta de que los intereses corporativos del gremio son los de la “educación pública”, de manera que oponerse a ellos equivale a oponerse a la educación.

El punto de vista de Alejandro Rozitchner:

Lo que están haciendo los docentes es patético: sumarse al plan político mafioso del kichnerismo, o sea, del peronismo del momento, el peor en décadas. No persiguen un aumento, que ya lo tuvieron y lo volverían a tener el año que viene, persiguen dejar al gobierno de la ciudad en una posición débil, vender más demagogia populista, seguir promoviendo la pobreza como norma social.

Pero paradógicamente logran lo contrario. Los medios pueden acompañar la protesta, pueden llamar "represión" a lo que fue un sano límite a la prepotencia sindical de siempre, a la demagogia populista, que es en el fondo mafia y fascismo disimulados. El votante tiene las pelotas llenas de estas actitudes populistas, de esta victimización poco verosimil, que oculta la búsqueda de privilegios y de lugares políticos.

Este gobierno de la ciudad, que quiere hacer las cosas bien en serio, se enfrenta con la idiotez argentina de siempre. Si perdemos esta oportunidad vamos a seguir el camino de los pelotudos, que no es otro que el del kirchnerismo, el pobrismo, la cortedad mental, las ganas de no poder, el puro y llano resentimiento acomodaticio.