Hace pocas semanas gran parte de los analistas notaban con cierto alivio que la esposa de Kirchner parecía haber tomado algo de conciencia de la situación del país y se aprestaba a un tímido cambio de rumbo:
La presidenta Cristina Kirchner volvió al que fue su discurso en los 90 y dijo que las devaluaciones conducen a la inflación. Terminó el discurso del tipo de cambio nominal alto y competitivo porque la inflación, parece, será la prioridad. Hasta ayer desde la Casa Rosada se negaba su existencia. La Argentina no tendrá sobresaltos económicos porque ha estado aislada del hoy turbulento mundo financiero, dijo la Presidenta.
Hoy leo que aparentemente el supuesto giro hacia la racionalidad quedó en la nada:
El Gobierno apunta a un dólar alto, entre 3,30 y 3,40 pesos, estabilidad en salarios y empleo a través de un “acuerdo de paz social no escrito” con empresarios y sindicalistas y más trabas a las importaciones, especialmente desde China.
Pero, ojo, no se preocupen que esta vez seguro que sale bien.
Sigo releyendo America's Great Depression, de Murray Rothbard. Veamos lo que según Rothbard hay que hacer si uno quiere profundizar el ciclo depresivo y comparemoslo con las decisiones de Cristina y Bush:
ReplyDelete"...we list logically the various ways that government could hamper market adjustment, we will find that we have precisely listed the favorite “anti-depression” arsenal of government policy. Thus, here are the ways the adjustment process can be hobbled:
(1) Prevent or delay liquidation. Lend money to shaky businesses, call on banks to lend further, etc.
(2) Inflate further. Further inflation blocks the necessary fall in prices, thus delaying adjustment and prolonging depression. Further credit expansion creates more malinvestments, which, in their turn, will have to be liquidated in some later depression. A government “easy money” policy prevents the market’s return to the necessary higher interest rates.
(3) Keep wage rates up. Artificial maintenance of wage rates in a depression insures permanent mass unemployment. Furthermore, in a deflation, when prices are falling, keeping the same rate ofmoney wages means that real wage rates have been pushed higher. In the face of falling business demand, this greatly aggravates the unemployment problem.
(4) Keep prices up. Keeping prices above their free-market levels will create unsalable surpluses, and prevent a return to prosperity.
(5) Stimulate consumption and discourage saving. We have seen that more saving and less consumption would speed recovery; more consumption and less saving aggravate the shortage of savedcapital even further. Government can encourage consumption by “food stamp plans” and relief payments. It can discourage savings and investment by higher taxes, particularly on the wealthy and on corporations and estates. As a matter of fact, any increase of taxes and government spending will discourage saving and investment and stimulate consumption, since government spending is all consumption. Some of the private funds would have been saved and invested; all of the government funds are consumed.15 Any increase in the relative size of government in the economy, therefore, shifts the societal consumption–investment ratio in favor of consumption, and prolongs the depression.
(6) Subsidize unemployment. Any subsidization of unemployment (via unemployment “insurance,” relief, etc.) will prolong unemployment indefinitely, and delay the shift of workers to the fields where jobs are available."
Convengamos que pasar súbitamente del Gran Acuerdo del Bicentenario Gran al 'acuerdo de paz social no escrito' es el resultado de la benéfica acción de los medicamentos.
ReplyDeleteel principal motivo de toda esta crisis es que los gobiernos impiden la deflación, ya que los sueldos están obligados a quedar fijos. Por lo tanto se produce un crack entre lo que el gobierno exige y los precios y demanda del mercado.
ReplyDeletesi se dejase que los sueldos bajen y suban de acuerdo a los precios y demanda, no debería haber motivos para hacer recortes, simplemente no tendría sentido hacerlos.
Muy buen punto, anónimo.
ReplyDeleteEl problema es que en la democracia no podés bajar sueldos porque se pudre todo, entonces la solución es la devaluación, esto es, bajar salarios reales.
Eso sí, no un 200% como en Argentina.