Carlos Reymundo Roberts cree que alguien debería hablar con los Kirchner. Yo creo que esta gente ya está mucho más allá de todo dialogo:
La cohorte kirchnerista no pasará a la posteridad como una generación rutilante, pero seguramente allí debe de haber gente que tenga algo para decir. El proceso de toma de decisiones de esta Casa Rosada está tan concentrado que convierte a los que deberían ser primeras espadas en soldaditos de juguete, presenciadores de actos, extras de un espectáculo en el que nunca serán protagonistas.
Entre esa cohorte hay personas convencidas de que Kirchner es un genio. Otras están convencidas de algo muy distinto. Unos y otros asisten a una trama trepidante, en la que no saben con qué los sorprenderá el jefe cada día. Los que lo idolatran esperan esos pases de magia ?"siempre tiene una nueva carta", dicen?, esa capacidad para desafiar corporaciones, sectores, mercados, leyes, países. A los otros, la prestidigitación los hace temblar.
Hablar de que? De como nos van a seguir engarzando?
ReplyDeleteYo llamaría a Paris a ver si les quedó alguna guillotina de segunda mano. Sería muy saludable para las instituciones.
ReplyDeleteGood, old-fashioned Jacobin terror.
ReplyDeleteMe había guardado ese artículo para subirlo. Me ganaste de mano.
ReplyDeleteCarlos Reymundo Roberts se vende solo en el siguiente párrafo:
"Alguien tiene que plantarse frente a los Kirchner y recordarles que esto es una república. No es Santa Cruz, no es un sultanato, no es (no debería ser) tierra de mandamases sabiondos y pendencieros."
Alguien tiene que plantarse frente a Carlos Reymundo Roberts y recordarle que esto es un sultanato. Es como Santa Cruz, tierra de mandamases sabiondos y pendencieros.
Y se vende solo con el "no debiera ser".
¿No debiera ser? Las cosas son, más allá de lo que pensemos o deseemos.
No son sólo los K, están cientos de diputados, senadores, intendentes, etc, etc que apoyan esto o, por lo menos, no les importa mucho. Y ni que hablar del mismo pueblo, que los votó y los seguirá votando, a ellos o a sus "herederos".
En Argentina siempre se cae en la teoría de los chivos expiatorios. Cuando al gobierno le va bien en cuanto a popularidad, los chivos expiatorios son los gobiernos anteriores, EE.UU. o Brasil. Cuando le va mal, el o la presidente se convierten en los chivos expiatorios que "arruinan este país maravillo".
Carlos Reymundo, grow up!
Y, Carlos Reymundo, ¿qué tiene entonces que hacer el gobierno? A ver, ¿En qué reducimos el gasto público en 2009 para ahorrar 15 o 20.000 millones de pesos?
Y si la Argentina es una república, ¿cuánto durás en el poder siquiera si proponés esos ahorros?
Como decía Larguirucho: hay Raimundo, Raimundo, quién te trajo al mundo.
ReplyDelete"Entre esa cohorte hay personas convencidas de que Kirchner es un genio."
ReplyDeleteTal cual, solo para un imbécil Kirchner puede ser un genio, el problema es que el 40% está en esa.
No es un genio pero tampoco es tonto, el tema es que su objetivo es seguir en el poder, y hace todo lo que se ocurre para eso.
ReplyDeleteEl tipo (K) ha descubierto que puede cometer cualquier fechoría sin que nadie lo pare (o lo paren como con el intento de la 125 y después se olviden).
ReplyDeletePor lo tanto no nos extrañemos de las barbaridades que vengan de aquí en más.
No hace demasiado tiempo había millones de argentinos encantados con que el macho Kirchner hubiera cagado a gritos y puesto en su lugar a las emoresas extranjeras "que se habían llenado de guita en la Argentina" y a los bonistas que sólo se interesaban en timbear y ahora tenían que joderse.
ReplyDeleteEsa es la Argentina, desgraciadamente