En serio, La Nación viene con una seguidilla de genialidades (mejor ni me ocupo de la columna de Carlos Fuentes, de lo peor que leí últimamente).
Hoy destacan como novedad absoluta que en “el último año” se estancó en el poder adquisitivo de los sueldos. ¿El último año?
¿Son o se hacen? Me imagino que no ignoran que la base del "modelo" es sustituir reformas estructurales por un tipo de cambio bajo y que las devaluaciones se hacen casualmente para que la gente sea más pobre. Devaluar para que todo siga como antes no tiene demasiado sentido.
Enrique Szewach lo explica hoy en Ámbito:
En síntesis, lo que nadie quiere decir es que ante un shock externo negativo, los salarios en dólares tienen que caer. Subir el tipo de cambio nominal «de a poquito» puede ser una mejor estrategia para que «los sindicalistas no se aviven». Subirlo «de a mucho», sin ancla es desbocar la inflación. Pero el punto no es el tipo de cambio nominal, sino el real. Hay que cambiar precios relativos a favor de los exportables y de los sustitutos de importaciones. Esa es la « solución» que propone la economía. Lo hace el mercado o lo hace Néstor. Por supuesto, Néstor va a intentar, tarde o temprano la solución «a la Moreno», controlamos precios y movemos salarios con sumas fijas. Es decir tratar de mejorar el tipo de cambio real «por decreto».
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