EL TOKOLOSHE
EL KURUPI
Tanto en Sudáfrica como en Zimbabwe la mayoría de la población profesa alguna religión cristiana, pero las antiguas creencias animistas aún perduran y se podría decir que, en realidad, se cultiva una forma de sincretismo que mezcla lo cristiano con lo puramente africano. Esto ha permitido mantener vivas las creencias en diversos dioses y duendes que enriquecen los relatos y las historias con algunos personajes singulares. Uno de estos duendes es el Tokoloshe cuya existencia está ampliamente difundida entre los Zulúes, los Ndebeles, y los Xhonas, entre otras tribus del sur de África.
Me enteré de la existencia de este duende por pura casualidad. Estaba en el jardín de mi casa cuando vi que el jardinero acarreaba un montón de ladrillos en una carretilla. Como no sabía que se estuviera por hacer ninguna obra, le pregunté para qué eran los ladrillos. Me contestó que eran para elevar las patas de su cama y de la de su hija. Por la cantidad de ladrillos que llevaba calculé que las podía alzar hasta un metro de altura. No le di mayor importancia al tema, pero días más tarde se lo comenté a mi amigo Carlos A. quién, riéndose, me dijo que alzaban la cama para evitar que los atacase el Tokoloshe.
Me explicó que el Tokoloshe es un enano de aspecto semihumanoide, malvado y diabólico y que es creado por un Sangoma (médico brujo) para vengarse de sus enemigos. El sangoma crea al Tokoloshe tomando restos de cadáveres. Se lo describe flaco y chiquito, con una cresta muy dura en la cabeza con la que puede derribar puertas y que posee una fuerza sobrehumana para perseguir a su víctima. Además, el Tokoloshe se puede hacer invisible comiéndose un canto rodado. Únicamente el Sangoma que lo creó es quien puede destruirlo.
Este duende es muy pequeño, no alcanza los cuarenta centímetros de altura, pero lo que lo hace muy temido no es la cresta ni la fuerza sobrehumana sino el hecho de que tiene un miembro grande, muy grande. Por esta razón, los africanos elevan sus camas a más de 90 cm de altura para que el Tokoloshe no los alcance ya que ataca tanto a hombres como a mujeres.
De más está decir que, sobre todo en el pasado, al pobre duende le adjudicaban culpas bien terrenales. Por ejemplo, un zulú volvía luego de un año de estar fuera de casa y se encontraba con un hijo nuevo de uno o dos meses de edad, le cargaban el fardo al pobre Tokoloshe. Esto solía terminar mal porque los zulúes eran guerreros, pero no idiotas.
Es curioso que en la mitología guaraní también exista un duende similar, el Kurupí, aunque este no es creado por ningún hechicero sino que en un duende natural que habita en el monte y es un protector de los animales salvajes. A diferencia del Tokoloshe no es un duende muy enano ni tiene un miembro grande sino que lo tiene largo, muy largo, tanto que con él enlazaba a las mujeres o a los niños que se aventuraban en el monte. La similitud a la que hice mención estriba en que a ambos duendes se les adjudicaban embarazos inexplicables.
A las lectoras/es curiosas/os lamento informarles que no se conoce ninguna mezcla de Tokoloshe con Kurupí.
Muy interesante la conexión. Según sé hay un duende enano tambien en la mitología guaraní del norte, no me acuerdo si se llama Yasí yateré, pombero o algo por el estilo. En Brasil tambien hay un ser peludo que protege a los animales de la selva.
ReplyDeleteEn fin, cuentos para asutar a los niños, salvo que vivas en Haití, donde el termino Tonton Macoute, como se llamaba originalmente al hombre de la bolsa por esos lados, terminó siendo el nombre común para los grupos parapoliciales de Papa Doc, y esos parece que asustaban a todos.
En algún lado, creo que en el amazonas, un delfín que se convierte en hombre era el responsable de los embarazos embarazosos de las nativas.
ReplyDeleteMax, el Yasy Yateré es también un duende de la mitología guaraní, pero lo representan como un jovencito bonito con el pelo blaco o rubio que tiene un baston con poderes mágicos. Se dedica a atraer niños al monte para jugar. El problema de este personaje es que cuando se cansa de jugar con los niños, les da una lamida en la cara y los deja idiotas.
ReplyDeleteTal vez con está leyenda las madres guaraníes hayan buscado evitar que los chicos se acercasen a los hombres blancos porque es llamativo el color del pelo del duende.
La particularidad del Curupí es que los pies están orientados al revés: los dedos hacia atrás y el talón hacia adelante y ésto es para que se haga imposible seguirlo, porque las huellas que deja van en sentido contrario.
ReplyDeleteel duende zulu en aquella famosisima trilogia que todo niño de izquierda supo disfrutar y con la que todo niño de derecha se hacia pis del cagazo
ReplyDeletehttp://www.youtube.com/watch?v=FOEJkeLPSRQ&feature=related
¡Me acuerdo!
ReplyDeleteCon esa trilogía se cagaba todo el mundo desde la derecha hasta la izquierda.
ReplyDeleteMr. Masked One, lo suyo es un luxe.
ReplyDeleteFiura: ¡Muy interesante tu observación acerca de los pies del Curupí, bicho astuto! ¡Gracias!
ReplyDeleteLouis: Ud. siempre es muy amable, gracias
Salgo a buscar ladrillos.
ReplyDeleteEn Catamarca pulula el Pitufo Enrique.
www.youtube.com/watch?v=rbGfasS7K0w
Muy bien!!! Alguien que escribe "pulula" correctamente, musica para mis oidos!!
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