El análisis de Vincent Morrot (y eso que compara con Buenos Aires):
Tras un viaje que me alejó del país por espacio de tres semanas, vuelvo con la sensación de que, conforme pasa el tiempo, nos alejamos más y más de la civilización entendida como progreso, respeto institucional, desarrollo económico y calidad de vida en general. No es cuestión de comparar esta Buenos Aires rota, sucia y ruidosa —a pesar de los esfuerzos de la administración macrista— con Madrid, Berlín y Roma, para citar tres de las grandes capitales europeas por donde pasé. No hay un solo aspecto que resulte susceptible de ser medido porque entre el primer y el tercer mundo se abre un abismo.
Es tal la distancia que nos han sacado, que más vale la pena pasar a otra cosa. Salvo, claro, que insistamos en repetir esa pavada de que tenemos una gran movida cultural y una enorme variedad de restaurantes y paseos. Aún cuando así fuera —y sólo es cierto si la comparación la establecemos con el resto de Latinoamérica o el continente africano— en cuestiones de higiene pública, respeto por los espacios comunes, aceptación de reglas de juego societario y adelanto tecnológico —y no me refiero a enviar cohetes a Marte, sino al calado de los puertos, el estado de los taxis, la limpieza de los parques y las calles, la ausencia de escapes abiertos y humos contaminantes, la educación de la gente y otras menudencias por el estilo— nos hallamos en una galaxia prehistórica.
El informe de Agustín Monteverde me hace acordar a De la Duda en 2001 con su publicidad que anunciaba el blindaje del FMI: "Que bueno es dar buenas noticias"
ReplyDeleteComo dice BlogBis en un post que enlaza a este, estamos jugados por la barbarie. Y lo peor es que nos encanta.
ReplyDeleteA todo esto, y hablando de BlogBis ¿por qué no juntan los dos blogs en uno? sería buenísimo para todos los lectores ¿no? Armarían un canal de información y opinión mejor que varios "portales" de por ahí.