Quien gana y pierde con el paro

Editorial de Clarín que no tiene desperdicio. Está para empapelar la ciudad con este texto y repartirlo en las escuelas. Coincido en un 100%. La escuela pública generó alfabetización masiva primero y construyó ciudadanía después. Produjo saber y equidad. Y fue bastante más: un espacio de convivencia que incorporó a las oleadas inmigratorias. Hoy está en decadencia: unos 100 mil chicos dejaron el colegio estatal sólo en Buenos Aires entre 2002 y 2007. La matrícula de los privados, en tanto, aumentó un 13%. Más de tres de cada diez alumnos concurren ya en la Provincia a escuelas privadas y en la Capital llegan a casi la mitad. Dejaron de ser hace tiempo un espacio exclusivo de sectores acomodados. No es una moda sino toda una tendencia. Algo debe estar funcionando mal para que tantas familias decidan pagar, a pesar del costo y de la suba de las cuotas. Abandonan la gratuidad y el histórico prestigio de lo estatal para obtener algo que la escuela pública ya no garantiza. Según los propios padres, la causa principal de esta migración es que la privada asegura las clases y una mayor disciplina. Y mejores herramientas para el estudio. Para muchos, no mandar los chicos a la escuela es un drama: no tienen con quien dejarlos. Los padres aspiran a que sus hijos vayan cada día al colegio. Y eso puede sonar a utópico hoy en el ámbito estatal. Hubo 13 huelgas este año en Capital (ver Para el Gobierno porteño bajó la adhesión de los docentes al paro). En una encuesta, el 75% repudió el paro. Aquí hay dos paradojas: gremialistas que dicen defender la escuela pública y favorecen a la privada y docentes privados que paran sin que sus afiliados los acompañen. Todos tienen en común que se ponen la gente en contra. Los paros pueden mejorar el salario pero no mejoran necesariamente la educación. Los padres pretenden aulas abiertas: saben que detener el aprendizaje perjudica a todos." Pablo