Cacho Montoto tiene un taller de chapa y pintura en Aguilares, Tucumán.
Hace unos años, para aprovechar el impulso que le dio la renta agropecuaria a la venta de autos, se le ocurrió que no era mala idea contratar a Carlitos, el sobrino de Doña Gorosito, la vecina del frente. Un cambio radical en su práctica de negocios. En épocas de mucho trabajo, siempre se las arregló con algún pariente que le de una mano.
Para colmo, en un arranque de locura temporaria, lo tomó en blanco. Ahora, con el desplome de la venta de autos, no le queda otra que echarlo. Ya no le puede pagar el sueldo.
¿Qué es lo primero que tiene que hacer Cacho para echar a Carlitos? Llamar al ministerio de trabajo del gobierno federal, a mil trescientos kilómetros de distancia en la ciudad de Buenos Aires, para ver si le dan permiso.
Para eso implementaron un call center, con cuatro mil quinientas lineas rotativas a las que se accede desde el 0-800-TACHAMELATRIPLE, que atiende consultas de ambas partes.
ReplyDeleteLos empleados también podrán llamar al 0-800-MEDANELOLIVO para averiguar sobre su caso.
Tiempo estimado de respuesta... unos tres años más.
insisto, no vuelvo a tomar a alguien en relación de dependencia, aunque me traiga un certificado de cáncer terminal..
ReplyDeleteEn Argentina te devanás los sesos para ver cómo te podés manejar sin contratar a nadie.
ReplyDeleteUn sistema maravilloso para llegar al pleno empleo. Ni que hablar las confiscaciones.
Pero no hay problema, siempre hay lugares disponibles en la administración pública.