Jorge Asís sobre la victoria del radical kirchnerista Zamora con el 84% de los votos en Santiago del Estero.
Son ni más ni menos que los efectos del populismo con caja en una provincia con el grado de clientelismo de Santiago. Como el populismo es incapaz de generar riqueza, el problema llega invariablemente cuando se termina la plata:
Zamora es el exponente que superó los métodos arcaicos del caudillismo. Impuso la esquizofrenia de un ”neojuarismo kirchnerista”, pero en versión radical. Justamente en un terruño de fantasía, que haría empalidecer a Rulfo, a la medida de García Márquez. Con códigos de conducta que podrían atormentar el raciocinio de Beatriz Sarlo, la serenidad de Kovadloff. Podrían inspirar una novela de Abel Posse.
Con sobrada solvencia, Zamora es el Pichón de Kirchner. Ocupó el espacio vacante de poder. La profundidad del claro. Del boquete producido por la declinación biológica del caudillo inspirador. Don Carlos Juárez. El “maestro” peronista de Kirchner. Y del propio Zamora.
Ahí tenés, ¿no eran los peronistas el problema?
ReplyDeleteYa no es el peronismo, pues casi todos los argentinos son peronistas.