Muy relacionado con aquello de “pobres pero Dignos” y “vivir con lo nuestro”, no se pierdan este post del Profesor Julio sobre una de las taras más recurrentes del socialismo nacionalista latinoamericano.
Algún día habría que hacer la cuenta de los centenares de miles de millones de dólares que se tiraron (y se tiran) a la basura tratando de reinventar la rueda:
Adquirir tecnología que a otros les ha costado años desarrollar, lejos de ser muestra de una mentalidad dependiente, es lo que hacen los empresarios, agricultores y consumidores racionales. En la economía privada, las personas son más sensatas que en sus opiniones políticas: la gente no se dedica a estudiar odontología para curar sus propias muelas, y ahorrar así el costo del dentista; no procura mejorar por su cuenta –ni siquiera las grandes empresas- los sistemas operativos de sus redes de computación; adquiere bienes de capital y de consumo, y servicios prestados por terceros. Si estos terceros los brindan a un costo menor que las hipotéticas maravillas que obtendrían desarrollando tecnologías o bienes propios, las empresas y los individuos harán lo que hace toda persona medianamente razonable, y que aprecie los beneficios de la división del trabajo aunque no tenga estudios formales: adquirirá esa tecnología pagando su costo.
Excelente. Pero al nazionalismo barato no le interesa y se la pasa todo el tiempo reinventando la rueda.
ReplyDeleteEs mentalidad de principios del siglo XX, la idea de que va a venir la guerra y vas a perderla porque no vas a tener la tecnología.
ReplyDelete¡Cómo si los países avanzados no pudieran ganarnos una guerra en 15 minutos!
Y ya quedó la idea, sobre la que se monta la industria y el estado. Es uno de los pilares del industrialismo.
Yo insisto, para que haya pleno empleo hay que contratar gente con cucharitas para hacer túneles debajo del Paraná.