Dec 10, 2008

Yo insisto, perdón por la cantinela interminable, Kirchner y su esposa Cristina son los presidentes más argentinos en generaciones:

De pronto, desaparecieron de los discursos las citas de Hegel y Kelsen. El barniz de instrucción típico de la manera de ser de muchos compatriotas al que Mallea definiera duramente, hace seis décadas, como el brillo del argentino de la representación, que "siempre aparenta, pero nunca es" dejó de encandilar desde el poder.

Y se instaló allí la realidad, con su insoportable medianía, su repetición de verdades de almacén y su impostación de sabio de café al observar lo que no se comprende, pero se siente obligado a opinar sobre ello. Comenzó con los "piquetes de la abundancia" y desde allí no paró.

2 comments:

  1. Lamentablemente, ese barniz de instrucción es propio de gran parte de los que circularon por las facultades de derecho, filosofía y letras, psicología, sociología y más recientemente comunicación social a partir de la década del 70. Verborrea inútil, parla insustancial, ignorancia total de las ciencias llamadas "duras" (su célebre H2 CERO, por ejemplo, que muestra que tampoco aprendió mucho en el colegio secundario), ignorancia de la economía y de la historia económica, adunada a un tonillo pedante de superioridad, predominio de la ideología y de la fraseología "progre" sobre el análisis teórico y empírico, el énfasis en aparentar antes que ser, en hablar antes que pensar, en disertar para la perrada antes que conocer sobre lo que se diserta. A eso se agregan palabras del argot chanti-franchute-psicobolche (deconstrucción, articulación, "relato"), más un parloteo sobre lo que no se conoce ("modelo de acumulación de matriz diversificada"

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