Un día hace ya muchos años nos perdimos en una caminata mi esposa y yo en San Francisco. Muertos del hambre y sin rumbo nos metimos en el primer lugar que encontramos. De mal humor de tanto hambre le dije al mozo que trajera cualquier cosa que salga rápido. Nos dijo que teníamos que comer el pollo especial de la casa. Demoró 45 minutos, en los que casi me comí un par de comensales. Pero cuando llegó el plato Casi-Nos-Caemos-Muertos. Valió la pena esperar a El Mejor Pollo que probamos en nuestras vidas.
Años más tarde me enteré que habíamos entrado en la dimensión del Pollo Zuni, un plato que hoy tiene seguidores en todo el mundo. Smitten Kitchen pone hoy la receta en el blog. Acá va para los atrevidos/as de la cocina.
No lo conocía. Los pollos broster peruanos son muy ricos.
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