Esta mañana me pasó algo muy especial.
Escuché al analista internacional de una de las radios locales pedir un poco más de objetividad en el análisis del conflicto entre Israel y los terroristas de Hamas. Casi me caigo de posición cubito – dorsal, por no decir de culo.
Dejando muy en claro en diversas oportunidades que no estaba a favor de ninguno de los dos bandos, no vaya a ser cosa que lo tomen por un "Jew lover", sostenía que Israel no puede tolerar los continuos ataques de cohetes y morteros sobre su población civil, que su objetivo es neutralizarlos, que las bellísimas personas de Hamas utilizan a niños y mujeres como escudos humanos y demás.
Por supuesto, el conductor del programa saltó inmediatamente como leche hervida. El reclamo permanente viene por el lado de que Israel no tiene la suficiente cantidad de bajas.
Estos judíos de porquería que no se dejan matar como Dios manda, che.
Yo creo que todo este activismo a la izquierda puede salirle mal en cierta medida. Igual que lo que pasó con la imagen de la Madres de Plaza de Mayo que durante estos gobiernos exacerbaron el veneno de sus mensajes, en general pueden desviar a la gran masa no pensante a opinar hoy de una manera, opinion labil a la proxima tanda publicitaria. Pero por esa enorme cantidad, tambien hacen pensar honesta y profundamente a unos pocos, que dejan de comprar pescado podrido. y el que piensa en un tema comprometiendo su etica y honestidad y aceptando con responsabilidad realidades dolorosas no vuelve a cambiar de opinión a los cinco minutos.
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