El profesor Jorge Ávila sobre los contrastes entre la Argentina neopopulista y el Chile socialista de Bachelet y compañía.
A fines de los 90, cuando estábamos mal, viajé a Río de Janeiro y tuve la misma sensación que describe Ávila: todo viejo, sucio y atrasado comparado con Buenos Aires. Unos amigos que estuvieron en Brasil de vacaciones hace un año me comentaban que ahora la cosa es al revés:
Pasé dos semanas recorriendo la región de Valparaíso (que incluye a Viña del Mar y Reñaca) y, unos 500 km al norte, la de Coquimbo (que incluye a La Serena). Me quedé con la impresión de un país colorido, variado y en movimiento. Ya en camino a Buenos Aires por la ruta 7 tuve la sensación de ingresar a un país gris, uniforme y estancado. En 1998, tuve la sensación de asombro que experimento cada vez que aterrizo en EEUU. En 2009, tuve la de desaliento que experimento cada vez que veo por TV uno de esos documentales que muestran la vida en los países de Europa Oriental antes de la caída del muro de Berlín.
¿Dónde está el crecimiento económico del período 2003-08? Las rutas nacionales son angostas y peligrosas, las estaciones de servicio desfallecen, no hay un solo motel al costado de las rutas, el parque automotor es viejo, ineficiente y uniforme, los pueblos del Interior no acusan recibo alguno del boom del precio de las commodities. ¿A dónde fue a parar la plata de los fideicomisos federales?
¿La explicación? La institucionalidad:
La ventaja chilena no se limita a la oferta de manufacturas. Es grande y decisiva en materia institucional y de respeto de las garantías constitucionales.
Que loco, yo noté mucho lo de las rutas. Vos bajas en avión en cualquier parte de Brasil y el movimiento es febril. Todo esta en obra, todo es nuevo. Todas las rutas tienen pinta de arregladas hace poco. No se como explicarlo, pero llegas a Ezeiza y la sensación es como entrar a Checoslovakia desde Alemania en los 80s. Pasto alto en la veredas, roña, pero más que nada el aire está estatico. Todo es viejo, todo lleva en el lugar en que está más tiempo del que debería, o del que sería sano. En serio, la diferencia es brutal.
ReplyDeleteLa pregunta de Ávila acerca de dónde está el crecimiento económico del 03 al 08 es retórica: No hubo tal crecimiento económico. Creo que en un par de años más será común referirse a la primera década de este siglo como otra década perdida.
ReplyDeletePablo
Epa, ¿y las tasas chinas?
ReplyDeleteCuestan $2...
ReplyDeletePablo
Vienen con platitos? o se compran aparte?
ReplyDeleteYo creo que en esto van a coincidir conmigo: uno de los aspectos más admirables de la actual prosperidad económica de Chile es la política de tratados bilaterales de libre comercio. En este sentido, pienso que este país "marcó la cancha" para otros que, luego, hicieron y hacen actualmente lo mismo: firmar TLCs bilaterales. Por ejemplo, Perú lo está haciendo actualmente y este domingo quedará vigente el TLC entre ese país y Estados Unidos (Link: http://www.correoperu.com.pe/lima_nota.php?id=82204&ed=14
ReplyDelete). Y otro que se está sumando a este grupo de países es Costa Rica, al iniciar las negociaciones para un TLC con Singapur (Link: http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=14264&lang=es
), teniendo ya vigente un acuerdo similar con Estados Unidos y estando en negociaciones otros con la Unión Europea (aunque en este caso negocia junto con otros países de Centroamérica, incluída la Nicaragua...de Daniel Ortega, a quien ni se le ocurrió apartarse del CAFTA) y China.
Mientras tanto, Argentina continúa aislada del mundo y encerrada dentro de un bloque proteccionista como lo es el Mercosur. De tener una política comercial al estilo de la de Chile, ni hablemos. Fíjense que hay países de Latinoamérica que frente a nuestras narices deciden abrir sus mercados y en su momento nos reíamos en la cara de dichas naciones por causa de su atraso.
Si alguna vez nos volvemos racionales, como mínimo deberíamos empezar a tener una política de tratados bilaterales de libre comercio y olvidarnos del Mercosur (hasta Brasil limita las importaciones de países de ese bloque, no jorobemos).
Andrés
Otra característica importante que distingue a Chile de casi el resto de los países de América latina es el hecho de que últimamente una eleccion presidencial en el país trasandino prácticamente no cambia la vida de nadie, en Chile no veo posible que de la nada surja un candidato tipo Humala o Evo Morales que pongan en peligro el sistema democrático y la economía nacional. A lo que apunto es a que no hay cambios bruscos de acuerdo al partido que obtenga la presidencia. Es más, para que se den una idea, este año no pienso estar demasiado pendiente (sí lo estaré, pero apenas) de lo que pueda suceder en las elecciones presidenciales de Chile, porque gane quien gane no va a haber un cataclismo como en otros países de América latina. Y hablando de Chile, les recomiendo esta editorial del diario El Mercurio: http://blogs.elmercurio.com/editorial/2009/02/14/politica-y-modernizacion-econo.asp. Me quedo con lo siguiente, entre otras cosas: "(..) Una mejor perspectiva de la posición de la población en asuntos económicos y sociales se obtiene al observar hacia dónde se inclina frente a opciones concretas que directa o indirectamente son parte del debate en torno al modelo de desarrollo elegido por Chile. La última encuesta del CEP entrega evidencia de interés. Por ejemplo, la población aprueba premiar el esfuerzo individual, aunque se produzcan importantes diferencias de ingreso, antes que lograr ingresos más iguales, si eso supone no premiar el esfuerzo individual. Además, es mayoritaria la proporción que cree que la principal responsabilidad por el sustento económico está en las personas mismas y no en el Estado. En otro ámbito, los entrevistados con hijos prefieren con claridad un colegio particular subvencionado a uno municipal (…)".
ReplyDeleteAndrés
Son los dos males argentinos, populismo (gasto público siempre creciente) y proteccionismo para el modelo productivo (y devaluaciones).
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