Finalmente nos enteramos de la pena a la que había sido condenado uno de los asesinos del policía de San Isidro.
Esa escoria "había salido de la cárcel de Ezeiza el 2 febrero pasado. Había sido condenado a cuatro años y medio de prisión por un robo a mano armada ocurrido en 2006. El cumplimiento de la pena se agotaba a fines de 2010, pero el Tribunal Oral Criminal N° 2, de San Martín, lo benefició con una excarcelación extraordinaria."
La "excarcelación extraordinaria" (las excarcelaciones en Argentina son de los más ordinarias, son por default) se debió a que el asesino tiene en su matrimonio con la asesina un hijo de cinco años. ¿Qué bien puede hacerle a ese hijo que su padre asaltante y asesino esté con él?
Cuatro años y medio por robo a mano armada. Y resulta que la solución no es elevar las penas.
Lo más triste es que este asesino ya había sido atrapado, ya había estado en manos de estado, que supuestamente representa a las personas que trabajan y no amenazan la vida de los demás por dinero. El estado representa, en efecto, a los personajes despreciables que no quieren trabajar y prefieren vivir en la comodidad de un asalto por mes o por semana, escudándose en unas supuestas pobreza o "exclusión" que insulta a todos los pobres que viajan cuatro horas por día en colectivo para poner ladrillos al sol del verano de Buenos Aires.
No estamos hablando del primer delito de esta rata, lo que hubiese sido inevitable. Ya había sido capturado, pero los genios que aplican "justicia" en Argentina decidieron que en menos de cinco años esa alimaña podría salir regenerada. Cada año adicional de condena a esa lacra social hubiese representado un año más de vida para Garrido.
¿Alguna vez se hará justicia? ¿Alguna vez los políticos y jueces argentinos pagarán por su "justicia"?
La principal responsabilidad del estado, proteger a los buenos, a los ciudadanos que respetan la ley, de los malos, de los violentos que se ríen de la ley y de la moral, es ejercida con desdén, sin interés.
No hay caso, somos ovejas, votando a gobernadores, diputados e intendentes que no quieren enfrentar el problema de encarcelar delincuentes.
Aquí hay un caso de asalto a un Juez. Me encantaría saber qué opina ahora. Y tuvo suerte de que no le liquidaran a nadie...
ReplyDeletehttp://www.eldia.com.ar/edis/20090221/policiales12.htm
Muy triste.
ReplyDeleteEn el mismo diario hay otra nota, en Policiales, que da cuenta de un pescado de 30 años que robó, huyó... y lo entregó la madre.
ReplyDeletePatético, lamentable. Cualquiera ante la posibilidad de hacerse de algo, sin molestarse, en virtud de una supuesta pobreza y una falta de laburo, sale "de caño"?
Y, en el peor de los casos, como todo les chupa un huevo, si "pasan a valores" a alguno -de ambos bandos, aclaro- no se les mueve un pelo.
Ya sé que no estoy diciendo nada nuevo, pero la verdad es que me indigna, me saca la desidia de los legisladores, de los que imparten justicia, de la sociedad misma inclusive.
Porque hoy están muy consternados todos por lo que pasó, pero a los dos días ya se les olvidó.
O es un mecanismo de defensa, la amnesia voluntaria, para poder seguir viviendo. No sé.