¡Ay, Luis! Cada vez estamos más pobres; y los realmente pobres, en la miseria. Cada vez más latinoamericanos, como ansiaban Jauretche, Abelardo Ramos, Hernández Arregui y toda la sarta de pseudo intelectuales ignorantes, soberbios y a veces ingeniosos con la pluma que han influido tanto en la conformación del "ser nacional", que siempre se presentaron como outsiders y despreciados por la "cultura oficial", pero en realidad la integraron y cuasi-monopolizaron al menos desde la década de 1950 hasta el presente. Sus mamarrachos eran de lectura casi obligada en las facultades "humanistas", sea como parte de las asignaturas, sea como forma de poder comunicarse amistosamente con el resto estudiantado "progre" (vos dirías, "para levantar minas"). Cuando digo que somos más latinoamericanos o iberoamericanos es con dolor, no por menospreciar a otros países que tuvieron la desgracia de estar sumidos en la miseria desde siempre, sino porque me duele que Argentina caiga tan bajo, y en su caída arrastre a tanta gente. Algunos países latinoamericanos son un poquito más racionales, con sus retrocesos, contramarchas, sus más y sus menos, sus errores y sus signos ideológicos distintos, sus distintos grados de libertad y de apertura de la economía: Chile, Uruguay, Brasil, Perú, El Salvador, Costa Rica, Panamá, México. Lidian con muchos problemas, pero todos, salvo Uruguay -alguna vez la Suiza de América- a principios del siglo XX tenían niveles de ingreso per cápita ínfimos, y ahora nos han superado o se nos acercan. Argentina, que antaño atraía inmigrantes, se parece cada vez más al pobrerío internacional, con dosis adicionales de mucha soberbia, autismo, ignorancia pelulante, y como creo que alguna vez lo dijiste, gobernada por personas que parecen salidos de un centro de estudiantes.
Es muy triste, Julio. Y honestamente no veo el menor proceso de aprendizaje. Al contrario, creo que una vez producida la salida del kirchnerismo, vuelve el duhaldismo.
¡Ay, Luis! Cada vez estamos más pobres; y los realmente pobres, en la miseria. Cada vez más latinoamericanos, como ansiaban Jauretche, Abelardo Ramos, Hernández Arregui y toda la sarta de pseudo intelectuales ignorantes, soberbios y a veces ingeniosos con la pluma que han influido tanto en la conformación del "ser nacional", que siempre se presentaron como outsiders y despreciados por la "cultura oficial", pero en realidad la integraron y cuasi-monopolizaron al menos desde la década de 1950 hasta el presente. Sus mamarrachos eran de lectura casi obligada en las facultades "humanistas", sea como parte de las asignaturas, sea como forma de poder comunicarse amistosamente con el resto estudiantado "progre" (vos dirías, "para levantar minas").
ReplyDeleteCuando digo que somos más latinoamericanos o iberoamericanos es con dolor, no por menospreciar a otros países que tuvieron la desgracia de estar sumidos en la miseria desde siempre, sino porque me duele que Argentina caiga tan bajo, y en su caída arrastre a tanta gente.
Algunos países latinoamericanos son un poquito más racionales, con sus retrocesos, contramarchas, sus más y sus menos, sus errores y sus signos ideológicos distintos, sus distintos grados de libertad y de apertura de la economía: Chile, Uruguay, Brasil, Perú, El Salvador, Costa Rica, Panamá, México. Lidian con muchos problemas, pero todos, salvo Uruguay -alguna vez la Suiza de América- a principios del siglo XX tenían niveles de ingreso per cápita ínfimos, y ahora nos han superado o se nos acercan.
Argentina, que antaño atraía inmigrantes, se parece cada vez más al pobrerío internacional, con dosis adicionales de mucha soberbia, autismo, ignorancia pelulante, y como creo que alguna vez lo dijiste, gobernada por personas que parecen salidos de un centro de estudiantes.
Es muy triste, Julio. Y honestamente no veo el menor proceso de aprendizaje. Al contrario, creo que una vez producida la salida del kirchnerismo, vuelve el duhaldismo.
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