Marianito tiene razón cuando vuelve a explicar que Argentina tiene que recuperar cuanto antes un sistema bipartidista.
Pero creo que peca de exceso de optimismo cuando imagina que dicha recuperación puede darse a partir de octubre, cuando la coalición de centroizquierda (la ex gorda Carrió, los radicales de Cobos y el socialismo de Santa Fe) y la coalición de centro (Macri, Francisco de Narváez y Felipe Solá) le ganen las elecciones al kirchnerismo.
El primer problema que yo veo es que no está para nada claro que el kirchnerismo vaya a perderlas. Si la oposición va dividida, lo más probable es Néstor y su banda ganen la primera minoría. Y eso no es perder.
El segundo problema, ¿cuánto dura una coalición de esas características? ¿Existe alguna posibilidad de que superen lo meramente electoral y estén en condiciones de gobernar al país?
Lo peor no es eso, lo peor es que ambas coaliciones opositoras tienen ideas muy parecidas a las de los K y ni se imaginan algo diferente. No es casualidad, porque esas ideas responden a las creencias de la abrumadora mayoría de los argentinos.
ReplyDeleteEstamos hablando de matices, lo que fracasan son las ideas.
Hasta que no se reemplace la representación proporcional por un sistema uninominal de distritos, seguiremos teniendo la misma fragmentación de partidos y dominio de propuestas como las del kirchnerismo.
ReplyDeleteBlogovido, es triste, pero los consensos de mínima se han logrado en Argentina. El problema es que son los que la condenan a la miseria y el atraso.
ReplyDeleteFrancisco, Comparto, sería un gran avance. Lo dije varias veces por acá. Pero honestamente no sé si con eso solo alcanza.
ReplyDeleteHay demasiado optimismo en cuanto a las posibilidades del sistema uninominal, pero me parece que el centralismo se mantendría porque está en las ideas de los votantes y los políticos.
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