Feb 18, 2009

Políticos

(De Rosenwasser por mail)

Un día un florista fue al peluquero a cortarse el pelo en un pueblito del interior de Santiago del Estero.

Luego del corte pidió la cuenta y el peluquero le contestó, 'no puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario'.

El florista quedó agradecido y dejó el negocio. Cuando el peluquero fue a abrir el negocio a la mañana siguiente, había una nota de agradecimiento y una docena de rosas esperándolo en la puerta.

Luego entró un policía, y cuando fue a pagar, el peluquero respondió otra vez, 'no puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario'.

El policía se puso contento y se fue. A la mañana siguiente cuando el peluquero volvió había una nota de agradecimiento y una docena de facturas (vigilantes) esperándolo en la puerta.

Más tarde, un profesor fue a cortarse el pelo y en el momento de pagar, el hombre otra vez respondió, 'no puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario'.

El profesor con mucha alegría se fue. A la mañana siguiente, cuando el peluquero abrió, había una nota de agradecimiento y una docena de diferentes libros, tales como 'Cómo mejorar sus negocios' y 'Cómo volverse exitoso'.

Al rato entra un diputado a cortarse el pelo y cuando fue a pagar el peluquero nuevamente dijo, 'no puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario'.

El diputado contento se alejó. Al día siguiente, cuando el peluquero fue a abrir el local, había una docena de diputados haciendo cola para cortarse el pelo gratis.

1 comment:

  1. me encanto el chiste.. y me dio tambien mucha ternura.. es que la gente agradecida me compra el corazón... (tengo una amiga peruana en otro blog que me critica por hablar siempre desde la cabeza, así que hoy resolví abrir el corazón también...)

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