Barbaridades

Varias veces comentamos por acá que el congelamiento de las tarifas de servicios en precios irrisorios en pesos era una muy, pero muy mala idea y que era preferible ir corrigiéndolos de a poco en lugar de hacerlo de golpe.

Juan Carlos De Pablo te lo explica un poco más claro:

No tiene nada de “buena economía” primero pisar las tarifas –surgiéndole a los productores que no son bienvenidos, y que gracias que les perdonaron la vida, pero que van a tener que sobrevivir como puedan –, para luego quitar de golpe el pie de las tarifas para que éstas salten como un resorte, y el productor ni se entere (es más, en las actuales condiciones, aunque se enterara difícilmente constituiría un incentivo, por falta de claridad en las reglas del juego, lo cual convertiría a la transferencia de recursos en mero regalo).

Mal la política, mal la economía. No está de más enfatizar que esto fue así desde el comienzo mismo de la gestión de Néstor Kirchner, pero a las barbaridades cometidas durante la recuperación 2003-2007 sólo le prestaban atención los damnificados. ¿O no fue una barbaridad no ajustar las tarifas; o no fue una barbaridad suspender las exportaciones de carne; o no fue una barbaridad estatizar las AFJP?