Mar 16, 2009

Emprendedores

Cuando uno habla de empresarios y emprendedores, algunos pueden tender a pensar en gente rica y poderosa, "rubiecitos de ojos celestes", universitarios, etc... Quiero rescatar a los empresarios de La Salada, son la esencia viviente del liberalismo, son todos contratos (de palabra o no) entre privados sin la intervención del estado. Podemos discutir si falsifican o no, y si eso está mal. Pero, aunque los critiquen por estar al margen de la regulación estatal, yo creo que sirve de prueba viviente del poder destructor del estado cuando interviene. Me cuelgo a lo que dice Benegas, si el estado se mete a regular la Salada, esa gente va a pasar de ser empresarios y emprendedores (gente que crea riqueza y da trabajo) a ser piqueteros y rasca huevos cobra planes.

Se habla mucho de paraisos fiscales y nada de los infiernos fiscales en los que vivimos, esa gente, si tiene que pagar todos los impuestos y coimas que les piden, no les da, cierran y se van con D'Elía.

4 comments:

  1. Las autoridades estatales, en lugar de hacer operativos "antievasión", deberían eliminar la mayor cantidad de trabaas para la formación de emprendimientos; explorar la manera en que los empleados directos e indirectos de La Salada acuerdan contratos o realizan transacciones y, como paso siguiente, deberían legalizar esas formas de contrato. Ya sé que lo segundo y lo tercero es más complejo, pero ayudará a que la ley oficial no vaya a contramano de los usos y costumbres de la sociedad (siempre y cuando no se trate de crímenes que afecten derechos de terceros).

    Esto que pasa en La Salada me hace acordar a lo que describe Hernando de Soto en su libro "El misterio del capital".

    Andrés

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  2. Me ganó de mano Andrés, venía a comentar lo de Hernando de Soto sobre Perú.

    De todos modos, la solución es desregular, no obligar a todo el mundo a vivir en la informalidad.

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  3. Luis, justamente, a eso apuntaba con mi comentario: a desregular. ¿A qué me refiero? A derogar la mayor cantidad de las normas que resultan imposibles de cumplir (siempre y cuando no se trate de crímenes contra terceros).

    Al mismo tiempo, se deberían legalizar todos los arreglos privados y contratos que son considerados como "ilegales" o "informales". Si hay informalidad, es porque la ley oficial va a contramano de lo que la gente hace y necesita (excepto cuando hablamos de crímenes que afecten derechos de terceros).

    Andrés

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  4. Andrés, comparto. Es tal la maraña que tal vez en Argentina haga falta derogar todas las leyes y regulaciones económicas que existen y empezar de cero.

    Si en algún momento la idea es combatir la pobreza y la marginalidad en serio, lo principal es una profunda desregulación del mercado laboral.

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