Uno de los triunfos de la máquina propagandística de la izquierda es haberse desentendido del nacional socialismo o del fascismo, como prefieran llamarlo. Benito Mussolini era un militante marxista (está ampliamente documentado, no es un invento de la CIA), que quedó decepcionado con la implementación del marxismo en Rusia en 1917 luego de que casi se mueren de hambre por haber estatizado el campo. Entonces Lenin implementó la NEP en 1921 que primero había propuesto Trotsky en 1920. En cambio Mussolini creó como alternativa el fascismo en 1919. Sé que es bastante reduccionista lo que escribo, pero lo que quiero decir es que Mussolini no leía a John Locke (no el de Lost) ni mucho menos, más bien era un admirador de Lenin. La Carta del Lavoro no era precisamente liberal. Hitler tampoco era un ferviente admirador de John Locke, sino que admiraba a Mussolini. Se comenta que cuando a Hitler le preguntaban por qué no nacionalizaba tal empresa o sector, él respondía que solo necesitaba nacionalizar la mente de las personas.
Ahora bien, visto que el fascismo y "los fachos" son primos hermanos de los socialistas, y en casos como Argentina donde los montoneros cantaban "Socialismo nacional" (muy inteligentes para no ser detectados como nacional socialistas - Nazis) y donde ni siquiera se esconde el anti-semitismo de la izquierda (como vimos durante los sucesos de Gaza), podríamos decir que la izquierda nacional es más hermana que prima hermana del fascismo.
El marketing de la izquierda ha logrado que personajes siniestros como Pol Pot, Stalin, El Che o Fidel Castro sean carmelitas al lado de Hitler o Mussolini, y encima le asignan a cualquier persona contraria a las ideas de la izquierda ser admirador de estos últimos dos personajes, pero sobre todo del último, del Duce. Creo que si existe una ideología más lejana al corporativismo y socialismo fascista, es el liberalismo clásico. Todo esto viene a cuento de este artículo de Benegas Lynch:
"Se suele usar y abusar de la expresión “fascismo” sin muchas veces detenerse a indagar en su significado. El eje central del sistema fascista consiste en dejar que la gente registre la propiedad a su nombre o los accionistas a nombre de sociedades pero el gobierno dispone del flujo de fondos. En realidad es ya un tanto antigua la idea de la empresa estatal (aunque se sigue utilizando con entusiasmo en algunos lares) puesto que la política fascista le permite al aparato estatal echar mano de los fondos de los particulares sin transferir títulos. Este procedimiento es más torvo y menos sincero que el comunismo: este último sistema implica que el gobierno usa y dispone directamente de todo, lo cual resulta más abierto y claro que el disimulo de la hipocresía fascista."
Es así, es la tesis central del libro de Goldberg.
ReplyDeleteEs la tesis central del gobierno del Krapula, ustedes produzcan, las "rentas extraordinarias" (lease todas) nos las quedamos nosotros.
ReplyDeletePara los amigos progres, al que le quepa el traje que se lo ponga sin vergüenza, que acá los únicos "fachos" son ustedes.
ReplyDeleteStalin cambió la idea del internacionalismo marxista-leninista por el "socialismo de un solo país".
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