Hoy Pravda publicó una nota de Rafael Martínez Raymonda cuyo título es "Deberían leer la Constitución".
En ella afirma que "lo real es que el actual gobierno ha hecho alarde de aprovechar hasta el hartazgo todos los vericuetos que la Constitución pudiere ofrecer, desnaturalizando el sistema republicano. Por esa sensación de impunidad institucional, se olvidaron de leerla íntegramente cuando pergeñaron el proyecto electoral de los "candidatos testimoniales". Si se hubieran tomado el trabajo de leerla se habrían topado con el artículo 73, que en forma terminante prohíbe que los gobernadores de provincia sean miembros del Congreso "por la de su mando".
Aquí se equivoca Martínez Raymonda, probablemente hayan leído la constitución, pero ésta, como cualquier regla, sólo se aplica cuando los demás están en el poder.
Además, este es el gobierno más peronista desde Perón. Y los peronistas ni siquiera comprenden la república. La república, para ellos, es un obstáculo de los contreras. Para ellos el pueblo elige un "conductor" que es el supremo intérprete del la voluntad del pueblo. El congreso y la justicia son sólo apéndices del presidente y están allí para cumplir sus designios y homenajearlo.
La función del congreso es la justificar una gran cantidad de cargos públicos rentados para llenarlos de amigos. Y la función de la justicia es la de hacer cumplir las leyes sin importunar al presidente ni a sus amigos y aliados.
Los peronistas creen en un principado electivo (y hasta por ahí nomás). Una de las máximas peronistas es "el que gana gobierna y el que pierde ayuda". Por eso consideran a la oposición de traidores a la patria.
Y aquí el problema es que hasta los que se consideran antiperonistas creen en todas esas monstruosidades primitivas.
Por otra parte, el ministro del interior, el inefable Aníbal Fernández, heredado de Duhalde por su notable habilidad decir sandeces que suenan coherentes, defendió la hipotética intención del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, de postularse como candidato a legislador, por su deseo de "exhibir la necesidad que tiene de defender el modelo".
Fernández dijo que si a la ciudadanía le molestara que funcionarios ejecutivos se postulen a cargos legislativos para luego renunciar a éstos, tendrán el derecho a no votarlos.
A los peronistas no les importa quién va de candidato. Al ser el congreso algo irrelevante, las elecciones mid-term son plebiscitos del presidente, el único funcionario que cuenta (y su cónyuge, claro).Y ¿saben qué? Fernández tiene razón.
¿Cuántas personas en Argentina siquiera entienden de qué se trata la República? Y, entre ellas, ¿cuántas creen en la República?
Eugenio Zaffaroni, mono con navaja de la suprema corte, anda por los canales de TV propiciando la reforma de la constitución para instaurar un régimen parlamentario en Argentina.
Más allá de lo tonto de esta proposición (habrían saqueos en el conurbano cada vez que el presidente no le enviase dinero a los intendentes) los argentinos deberíamos considerar una reforma para instaurar un principado electivo, ya que es la forma de gobierno que más se adapta a nuestras creencias.
Firmo abajo. Monumental post.
ReplyDeleteComparto, Blogo. Yo sigo creyendo que si hay una solución para Argentina pasa necesariamente por un gigantesco “nobleza obliga” de las clases dirigentes.
ReplyDeleteyo si que extraño las elecciones internas en los partidos para definir candidatos. Aunque las del justicialismo siempre terminaran a los tiros entre electores, tenían un tufillo a representatividad republicana.
ReplyDeleteExcelente. A los peronistas (y a los argentinos en general) les molesta el poder dividido. Lo consideran un obstáculo para los proyectos del presidente. Por eso acá jamás veríamos una elección donde un partido gane la presidencia y otro el congreso. Les gusta elegir líderes que tengan todo el poder, y encima si eso sale mal, luego la culpa la tendrá la oposición contrera.
ReplyDeleteAlex, espero sinceramente que algún día el peronismo vuelva a las internas.
ReplyDeletese deberia crear alguna ley que prohiba la mayoria de un partido en el Congreso. Sino no hay verdadera division de poderes y dejamos de ser un Estado de Derecho (obvio, que lo tengamos no implicaria que lo seamos, pero seria un avance).
ReplyDeleteSe deberian dividir en partes iguales o proporcionales hasta un tope que no asegure la mayoria absoluta de un solo partido. No evita las tranzas ni los sobres pero es algo...
Con relación a las internas: los peronistas están acostumbrados a resolver sus disputas con los dineros públicos y, últimamente, también en las elecciones generales. En estas se presentan con diferentes denominaciones pero todos son afiliados al partido. Luego entonces los tres senadores de una provincia son peronistas aunque entre ellos marquen sus diferencias. Solá hace quince días en el programa Hora Clave dijo que los que lo acompañan son peronistas pero que Kirchner también es peronista. Dijo que son dos líneas dentro del peronismo que resolverán la interna en una general.
ReplyDeleteHoy en Urgente 24 salió publicado lo siguiente: «"Lo de las 'listas testimoniales' no va a ser igual en todos lados. A algunos se les va a pedir una muestra de lealtad, pero a otros no porque ya la dieron", escucharon ayer algunos intendentes de boca de funcionarios a los que pidieron precisiones sobre el tema.
«El mensaje que llegó a los jefes comunales fue que, con esta estrategia, Kirchner no apunta tanto a sumar votos a su lista, sino a evitar las negociaciones con sectores ligados a Francisco De Narváez en el armado de las listas locales. Por ello es que la exigencia de gestos de lealtad se hará en forma selectiva».
Para los peronistas resolver sus diferencias e internas con los dineros públicos y en las elecciones generales es normal y está bien porque para ellos el peronismo no es un partido sino un movimiento que se confunde con el Estado.