Peor que Perón

El alumno ¿supera? al maestro

En el artículo de hoy de Potash hay una observación interesante:

Aquí, los prejuicios antiextranjeros de Kirchner lo llevaron a posponer la necesidad de nuevas y significativas inversiones, pues implicaba aceptar que las empresas de servicios públicos de capital extranjero aumentaran sus tarifas. Finalmente, durante la presidencia de Cristina, el Gobierno no tuvo otra alternativa que permitir esa suba. Los historiadores quizás adviertan aquí cierto paralelo con el presidente Juan Domingo Perón, quien se opuso a abrir la industria del petróleo al capital internacional durante su primer mandato para terminar dando marcha atrás y aceptándolo durante el segundo.

Perón, en sus desvaríos nacionalistas corporativistas, siempre tenía la visión abierta a lo que él pensaba que era lo mejor para el país, más allá de su autoritarismo (incluso dentro de él).

Por desgracia, sus ideas eran lo que podemos llamar las ideas del fracaso, una serie de incoherencias e infantilismos que aún hoy sufrimos ¡y cómo!

Pero es interesante rescatar los contratos de Perón con la Standard Oil, cuando vio que era imposible que YPF hiciese las inversiones.

En cambio, su discípulo no aventajado sólo se mueve dentro del campo del populismo y del nacionalismo, tiene orejeras que le impiden ver cualquier otra posibilidad.

Más allá de los que piensan que Kirchner sólo piensa en "robar", la mente de Kirchner decurre por ideas de nacionalismo económico, de "redistribución del ingreso", del "vivamos con lo nuestro" de una industria superprotegida, del "deterioro de los términos de intercambio", de "los economistas que proponen el ajuste nos llevaron al 2001", del odio a los militares y a la iglesia (esto es lo único que tiene de izquierda). Para instrumentar esas ideas necesita del poder, y por allí pasan todos sus atropellos y crímenes. Kirchner es tan dañino no porque es un "ladrón" o un corrupto, sino por todo lo contrario, porque está convencido de que lo que hace es lo mejor que se puede hacer por el país. Como dice Escudé, se trata de un patriota, de la misma forma en que lo fue Rosas.

No quiero cargar demasiado las tintas sobre un Kirchner cuasi-caído en este momento, el peor error es pensar que la Argentina es un país bananero por culpa de Kirchner. Kirchner es el chancho, y le dan de comer el pueblo, los "intelectuales" argentinos y practicamente todos los que participan de la vida política del país, pues comparten tanto sus ideas como aprueban muchos de sus métodos.

Y para los que siguen pensando que el problema pasa sólo por Kirchner, les recuerdo que quienes anularon los contratos con la Standard Oil para que todo pasara a manos de YPF fueron los muertos vivos que ahora se presentan como la "alternativa", los radicales, cuyo pensamiento no ha mutado un ápice desde entonces y es casi indiferenciable del de Kirchner.