Juan Carlos De Pablo se pregunta si, más allá del delirio que significa, alguien va a comprar el nestitor 600, el auto nacional y popular:
Pues bien, los argentinos suspiramos por Cuba pero cuando llega la hora de poner a resguardo nuestros ahorros, o pensar en los productos que queremos consumir, picamos bien alto. De la misma manera que suspiramos por los almacenes pero compramos en los supermercados, y decimos de todo en contra de la globalización… enviando mensajes por Internet. Consecuencia: la demanda por ese auto va a ser bien baja, aquí y en cualquier lugar del mundo, es decir, no se va a poder exportar.
Pero si la demanda va a ser baja, el Gobierno no va a tener más remedio que profundizar la decisión inicial. Por ejemplo, obligándole al sector público a que compre dicho auto. Mi febril mente automáticamente pensó en la siguiente situación: ¿se imagina a chorros que viajan en autos fabricados con componentes nacionales e importados, siendo perseguidos por policías que viajan en autos 100% nacionales?
La explicación que da De Pablo (aunque ejemplificando con otro producto) en referencia al Nobel que le dieron a Krugman, está magníficamente expuesta en el escrito "Yo, el lápiz" de Leonard Reed:
ReplyDeletehttp://www.hacer.org/pdf/Lapiz.pdf
Si es que se llega a fabricar, cosa que dudo, lo van a regalar con subsidios y alguna gente lo va a comprar.
ReplyDeleteNo se si se acuerdan del VAE (vehículo economico argento, o algo así) que era el sueño de la Argentina Potencia Alfonsinista.
ReplyDeleteNo llegó a fabricarse, pero el postulante que había preparado Sevel se convirtió en el Fiat Brio, que era como un 147 devaluado.
Se vendieron ocho, o menos.