Otra rémora de cuando las autoridades consideraban que los ciudadanos eran niños.
Hasta la década del 50, en Argentina sólo votaban los hombres. Gracias a Santa Evita, la primera Cristina, comenzaron a votar las mujeres también.
Ergo, los padrones y las mesas de votación eran sólo masculinos. Después se agregaron las femeninas. Podría haber sido aceptable seguir con padrones y mesas separadas por sexo durante las primeras dos o tres elecciones, para dar tiempo a que el extremadamente eficiente sector público se organice. Pero mantener el mismo esquema después de 50 años suena a paternalismo nauseabundo.
Si los hombres y las mujeres tienen el mismo estatus legal, ¿por qué las autoridades electorales nunca se dignaron a crear un padrón y mesas electorales únicas?
¿Tienen miedo de que si personas de ambos sexos esperan en la misma cola para votar la cosa derive en un bacanal?
nunca lo habia pensado, pero tenes toda la razon del mundo!!! que retraso absurdo...
ReplyDeleteSería una partuza cívica.
ReplyDeleteJL
La festichola de la democracia.
ReplyDeleteEn el fondo los argentinos son las personas más conservadoras del mundo, el tema es los valores que conservan...
ReplyDeleteCuando voy a votar hay dos cosas que me siempre me impresionan: la división mujeres por un lado y hombres por otro (dónde votan los gay?) y la cara de orto de las autoridades de mesa (aunque esto es totalmente justificable).
ReplyDeleteLa única vez que fui fiscal fue en las mesas del colegio ingles de Rosario (de las mas pitucas de la ciudad.) a las 17.59 llegó a votar una mina muy alta y se acercó a la mesa masculina que estaba al lado de la mía.
ReplyDeleteNo era una mina.
Esto fue cuando las florencias de la v estaban en el closet y no eran megaestreyas de la revista sofóvica.