Jun 7, 2009

Salvavidas de plomo

Todo un tema. Por lo general, los partidarios de la intervención estatal te cuentan la mitad de la historia. Destacan todos los beneficios pero nunca incluyen los costos en la ecuación.

El estado no hace otra cosa que darte por un lado lo que te sacó por otro. El estado NO genera riqueza, sólo la transfiere. Y, para peor, desde los sectores más eficientes a los menos eficientes y en base al poder de lobby, la capacidad de sacar prebendas.

En Québec hay una infinidad de agencias, organismos, reparticiones, ministerios, secretarías y demás en los tres niveles de gobierno, federal, provincial y local, para ayudar a las personas que quieren desarrollar empresas. Los hay para casi todas las actividades, agrícola-ganaderas e industriales. En muchas áreas geográficas y de especialización actúan varios organismos superpuestos.

Realmente da gusto tanto apoyo. Más de un argento residente en la zona lo toma como un ejemplo de cómo se deberían hacer las cosas en países como Argentina.

Lo que no te cuentan, lo que no sale en ninguna estadística, es el costo de semejante estructura burocrática.

Québec tiene un sector público claramente insostenible para la economía de la provincia*. Tiene un estado de bienestar que está muy por encima de su capacidad de financiamiento. Es por eso que el distrito tiene por lejos el mayor nivel de endeudamiento de Canadá y es la zona de América del Norte con la mayor carga impositiva. Por otro lado, es una de las que cuenta con la mayor cantidad de regulaciones y mayor tasa de sindicalización del país. Y, como consecuencia directa, es una de las de menores ingresos en el subcontinente, sólo superada por algunas provincias atlánticas.

Yo se los digo siempre que sale el tema. Haciendo la cuenta, sería mucho más eficiente terminar con todo ese andamiaje burocrático y reducir los impuestos en la misma proporción. No me ayuden más.

*Ejemplo como al pasar: Québec y California tienen una cantidad similar de empleados públicos, con la pequeña diferencia de que la provincia canadiense tiene 7 millones de habitantes y el estado de EEUU casi 38.

5 comments:

  1. A veces nos olvidamos que para dilapidar hay que tener con qué. Aquí en Argentina frecuentemente se escucha preguntarse por qué si existen empresas estatales en Estados Unidos y en Europa, nosotros no podemos tenerlas. Se olvidan que una empresa estatal destruye riqueza; no la genera como decís, Louis. Y que para tener empresas estatales hay que estar dispuestos a pagar mayores impuestos para subsidiarlas.

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  2. Pero por supuesto, qué mejor idea que una sociedad pobre despilfarre los pocos recursos que genera para mantener empresas ineficientes.

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  3. El Estado aporta:
    *Salud pública: pero quienes pueden, recurren a la medicina prepaga
    *Educación pública: pero quienes pueden, inscriben a sus hijos en escuelas privadas.
    *Seguridad: pero quienes pueden, contratan empresas de vigilancia para que cuiden domicilios y barrios
    *Transporte: quienes pueden, procuran movilizarse por sus propios medios antes que viajar en trenes o subtes que no proporcionan un mínimo confort ni garantizan servicio puntual.
    *Entretenimiento: los canales de TV y radios estatales son los menos elegidos por la audiencia.

    Es decir: lo estatal condena al pobre a prestaciones no queridas por "los más ricos". Y la paradoja es que el pobre es sobre quien más recae la carga impositiva a través del consumo diario de productos de la canasta familiar.

    Tal vez, descomprimir la carga impositiva podría significar menores precios y mayores alternativas de elección. ¿No es lo que a partir de la crisis internacional están procurando países para incentivar el consumo y preservar las fuentes de trabajo?
    ¿No será que se aproxima -contrario a la leyenda común- que la verdadera intervención del Estado deberá consistir en trabajar para no tener que intervenir?

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  4. Lapidario el número de empleados públicos.

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  5. Insisto con la clase de Martín Krause sobre el tema de las supuestas fallas de mercado que legitima la intervención del estado. Y el ejemplo que da para mostrar las fallas de la democracia es simplemente genial.

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