Sarkozy se despachó con que no quiere burqas en Francia. A mí tampoco me gusta esa tradición.
Supongo que es su preferencia personal, que no la use y listo.
Cada uno es dueño de usar o dejar de usar lo que mejor le venga en ganas. El problema es cuando se trata de una imposición de los demás.
Eso es lo terrible de las etiquetas, si Sarkozy o Berlusconi son de derecha, definitivamente no quiero saber nada con la derecha. De prohibir la burqa a prohibir la kipá hay un paso.
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