(Recibido por mail, ¿puede ser verdad?)
El viernes 4 de julio de 1975, estando en plenitud de sus funciones el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, estalló una bomba en el baño de caballeros del céntrico bar "El Ibérico" de Buenos Aires.
El objetivo de aquel atentado fue el de asesinar a un oficial naval que tenía reservada una solitaria mesa en proximidades de la puerta que da a los baños.
Casualmente ese día el marino no fue a tomar su café y en su lugar se sentó una mujer, completamente ajena a todo.
El estallido la mató instantáneamente, juntamente con el mozo que la estaba atendiendo y un grupo importante de parroquianos recibió heridas de consideración, sin contar el bar que quedó demolido y su dueño en Pampa y la vía.
Pocos días después se supo que el autor del atentado había sido Jorge Taiana.
En vista de su peligrosidad, lo alojaron en el Penal de Rawson. Allí prestó servicios en la panadería, hasta que logró salir “bajo libertad vigilada”, porque el juez de la causa consideró su particular situación familiar. Tenía dos hijos pequeños.
El Estado Nacional lo indemnizó con una suma suculenta, por haber sido "víctima de la persecución fascista".
Los que no pudieron
- salir de sus féretros con libertad vigilada,
- ni recibir indemnizaciones,
- ni cuidar de sus pequeños hijos,
fueron la mujer y el mozo del café quienes todavía se deben andar preguntado por qué los mataron.
Pero bueno: nadie es perfecto en la vida, o en la muerte, como en este caso.
Jorge Taiana hoy es ministro de relaciones exteriores del gobierno argentino.
Cualquiera se pone una bombita en un bar, errores de juventud.
ReplyDeleteLa culpa la tuvo el marino que no fue a la mesa a la hora indicada.