Esta Argentina fragmentada y desigual podría valerse de una hoy ausente competencia para buscar lo que funciona mejor y descartar lo fracasado, como ejemplifica la transformación de la producción agrícola en los últimos años. Corresponde preservar una firme conciencia ambiental, pero anchos trozos de la sociedad argentina se entusiasman con causas ecológicas no siempre claras y ciertas, cruzadas bucólicas que seducen mucho más que generar trabajo, oportunidades, aperturas e innovaciones. La innovación es repudiada o sospechada de ser un veneno.
Un país moderno, ansioso y audaz en 1909, hoy es conservador, receloso y ensimismado, en alerta permanente ante las conspiraciones mundiales para llevarse el agua, el petróleo, el oro, el uranio y hasta el aire. El genio argentino es hoy huraño y desconfiado. La creatividad individual resulta tóxica y todo nuevo emprendimiento se propone saquearnos.
Me parece que Eliaschev se puede equivocar un poco pensando que el interior puede dar un paso al frente sin que el gobienro central y la organización enferma de país que tenemos se lo permita, pero la idea general que tiene va por un camino bastante refrescante.
Eliaschev era un progre recalcitrante más de los que se hacía pis y caca encima por el kirchnerismo en un principio. Aparentemente, igual que Morales Solá y tantos otros, parece que después de 6 años se dio cuenta de que no son otra cosa que una manga de ladrones de gallinas.
ReplyDelete¿Cambio de verdad o vergüenza por haber sido funcional (iba a decir forro, pero queda medio fuerte) a un proyecto nefasto como el de Kirchner?
Me parece que tu comentario es un poco injusto, ya que a Eliaschev no le tomo 6 años para darse cuenta lo que era el regimen K. De hecho fue uno de los primeros periodistas damnificados por el régimen, echado de Radio Nacional allá por el 2004/2005 dada su opinión crítica hacia el gobierno
ReplyDeleteSi, pero bien que cuando le pagaban el sueldo alababa a la lacra "K"
ReplyDeleteGuillermo, sin criticar demasiado el cambio de Eliaschev, algunos parece que necesitan que el populismo corporativista les afecte en forma personal (y económica, Maquivelo dice en El Príncipe que las injurias que nunca se perdonan son estas últimas) para advertir el desastre de los últimos 60 años de la Argentina.
ReplyDeleteMe hace acordar al slogan de Reagan: "recesión es cuando un amigo se queda sin trabajo, depresión es cuando vos te quedás sin trabajo y reactivación es cuando Jimmy Carter se queda sin trabajo".
Hubiese sido más razonable, más elogiable, que lo advirtiese cuando se hizo la pesificación asimétrica, cuando se echó a jueces de la Corte Suprema como hizo Perón en 1946, cuando se hizo default de la deuda.
No sé qué pensaba Eliaschev de eso, pero si eso no lo sacudió, parece que quedarse sin su programa de radio financiado por nosotros lo despertó de un larguísimo sueño.
Perdón... pero justamente... no es que se volvió crítico DESPUÉS de quedarse sin su programa. Ya era crítico ANTES. Por eso mismo fue que perdió su programa.
ReplyDeleteArgentinos, a las cosas!
ReplyDeleteNo se si Eliaschev aplaudió mucho, poco o nada a los Kirchner (sospecho que mucho no puede haberlo hecho, porque siempre simpatizó con el radicalismo), pero lo cierto es que esa discusión me parece poco relevante.
Lo importantes, es que los grandes problemas que afronta la Argentina, estén empezando a quedar sobre la superficie, aún para personas con una orientación progre como la de Eliaschev.
Busquemos lo que nos une, y no lo que nos divide.
Juan, comparto. Para sacar (cuando digo sacar me refiero con los votos) a los Kirchner del poder alcanza con juntar a los que están en contra del régimen. El gran problema, como lo demostró el experimento de la “Alianza”, es qué hacemos después.
ReplyDeleteThats true. Pero no me refería al escenario político actual, sino al campo de las ideas: escuchar a un progre hablar de innovación, creación de riqueza, inversión, fuerzas creativas del mercado, me hace realmente bien.
ReplyDelete