Enrique Szewach vuelve a explicar lo que viene diciendo hace rato, las viejas buenas épocas del populismo con caja han terminado y ahora es inevitable un ajuste.
La gran duda es si se hará racionalmente o se dejarán que las cosas se precipiten y quién lo llevará a cabo, los Kirchner, apoyado o no por la oposición, o el próximo que se haga cargo del país:
Si la fuga no se detiene, y la política contracíclica del gasto público se agota por falta de fondos, la economía profundizará su recesión. Si, por el contrario, se envían señales claras sobre un programa mínimo de ajuste fiscal y financiamiento, la fuga puede disminuir y la economía mostrar signos de alguna recuperación en 2010 y 2011.
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