Para leerla de punta a punta, vuelve Margariti contra las empresas estatales:
"La telefonía fue instalada en Argentina con 20 abonados iniciales, por la empresa franco-suiza Sociètè du Pantelephone de Loch en mayo de 1881 bajo la presidencia del Gral. Julio A. Roca. A los pocos años el grupo inglés The River Plate Telephone Union compró las acciones y pronto convirtió a nuestro país en uno de los primeros del mundo en poseer servicios telefónicos, antes que Canadá y Australia. Hacia 1929 los inversores británicos vendieron la empresa a la compañía americana ITT, cuyo primer director ejecutivo, C.S. Parker la manejó con un dinamismo extraordinario para esa época. Tenía a su cargo sólo 30 personas, y en pocos años consiguió instalar 600 mil aparatos.
Cuando accedió el peronismo al poder, el Estado intentó entrometerse en la Unión Telefónica, creando la EMTA (Empresa Mixta Telefónica Argentina) donde el estado tenía 51 %. Pero en 1948 se quedó con todo y la transformó en dependencia del Ministerio de Comunicaciones. En 10 años la empresa elevó la cantidad de aparatos a 1.047.858 y en 1956 mediante la ley 13.656 se transformó en ENTEL, cuyo patrimonio era íntegramente estatal. Mientras tanto en varias provincias la telefonía seguía siendo un servicio brindado por la compañía privada Ericsson, de origen sueco, que representaban el 10 % del volumen de telecomunicaciones. Sucesivos gobiernos civiles y militares siguieron incrementando la dotación de personal de ENTEL y en 1983 llegó a un plantel inmanejable de 47.200 agentes efectivos y 780 contratados. La consecuencia era ineludible: el 85 % de las cobranzas se destinaban a pagar sueldos y no existían excedentes para invertir en la ampliación, mantenimiento y automatización de líneas."
Cuando mi vieja pidió el teléfono a ENTEL, tardaron 25 (veinticinco!!!!) AÑOS!!!! en dárselo; cuando yo pedí el mío a Telefónica taradon 3 (TRES) DIAS!!! en dármelo.....
ReplyDeleteQue quede bien en claro que la privatización de ENTEL de los 90s no fue razonada luego de haber leído a von Mises o Hayek, no fue ideológico, fue producto de desesperación y el fracaso.
ReplyDeleteNo tuve teléfono hasta los 12 años, todo ese tiempo de espera de haberlo pedido claro, y con coima a Entel, claro.
ReplyDeleteOtro de los grandes negocios de Perón, que compraba empresas que no habían renovado equipos por causa de la 2nda guerra mundial y firmaba contratos de exclusividad. Lo peor de todos los mundos.
Y, por supuesto, depósitos de desocupación disfrazada, cantidad de empleados ricos porque eran los que movían la plata, cero inversión, burla y patoterismo a los clientes y ¡¡¡Dignidad y soberanía!!!
No sé si recuerdan que en Villa Gesell o en Pinamar había una cooperativa telefónica, cuyo servicio era muchísimo mejor -creo que hasta tarifa diferencial con respecto al resto del país- y más avanzado que el de ENTEL, a tal punto que los fines de semana viajaba gente de Capital y otros puntos no solamente para descansar, sino para poder comunicarse sin problemas con la parentela radicada en el exterior. Yo vivía en un pueblo del interior de la provincia de Entre Ríos, y una familia amiga, de veraneo por la Costa, pudo hablar 20 minutos 'seguidos y en forma clara' con unos parientes en Alemania. Para nosotros, era irreal e increíble, pero bien argento.
ReplyDeleteEn las provincias de Entre Ríos y San Juan, hasta la privatización de la telefonía, estaba la CAT, (Compañía Argentina de Teléfonos) operada por Ericsson, y el servicio no era malo si las comunicaciones se realizaban dentro de la provincia; fuera de ella era lamentable. Lo que recuerdo muy bien en esos casos era cuando la operadora (porque teníamos que solicitar línea primero y dictarle el número después)nos solía decir -con la voz engolada por el primer peronismo- 'Las líneas están condicionadas, caballero, hay problemas con los hilos'.
La gloriosa CAT, qué grande.
ReplyDeleteDe chico ibamos seguido a veranear a Gessell me acuerdo posta de las colas en la cooperativa telefónica de la Av. 3.
ReplyDeletePrincipios de los 70... Para hablar con Buenos Aires había que pedir la llamada y venir a la hora o dos horas...
Esto me hizo acordar un fragmento de "Genocidio" (1973) de Geno Díaz, que paso a transcribir :
Necesitaba pedir una conferencia con Buenos Aires y sólo disponía de una hora para llegar a tiempo al partido Barça-Valencia por la Copa del Generalísimo. Me llegué a la telefónica de Fuencarral y José Antonio y pregunté a una operadora monísima por la demora que había para hablar con Buenos Aires. Ella cogió un fono y se puso en comunicación con una compañera seguramente no menos mona [...] y dejando el fono a un lado me informó que la demora era de una hora.
- Que pena! -le dije-, me voy a perder el partido. [...]
Colgó el tubo, me miró y algunas guitarras preludiaron un fandango en mis oídos. Y sonriendo como sólo sonríen las madrileñas me dijo:
- Ande, vaya usted y vuelva en veinte minutos que le pondremos la conferencia. Adiós, ustéd lo pase bien.
Fui a por unas horchatas en la calle de las Infantas, volví en el lapso indicado, me pusieron la conferencia, hablé con mis seres queridos y la guapina tan feliz como yo. Así son.
Esto, para los lectores de Gente en la Argentina de 1973, era sólamente una utopía...
Es preferible volver a los chasquis pero recuperar la Dignidad.
ReplyDeleteCon la Dignidad Nacional se come, se cura, se educa y se comunica con algo de demora.
ReplyDeleteA través de la web www.economíaparatodos.com.ar, me acuerdo haber leído dos cosas:
ReplyDelete-Que en los años ochenta, un departamento cotizaba más si el mismo tenía...teléfono.
-En la época de los Planes Megarcatel (yo le puse ese nombre), la simple instalación de un teléfono era noticia de los diarios.
(Aclaro que tengo 24 años, pero los horrores de ENTel me los han contado...y yo les creo)
Andrés