Se engrandeció la figura de Julia Child gracias a la formidable interpretación que hace Meryl Streep de su figura en "Julie and Julia" en la pantalla grande. Es muy común escuchar a un inmigrante como yo, que llegó a este país sin saber el idioma, dándole crédito a la televisión por haber sido el instrumento más importante en la adquisición de la nueva lengua. No es mi caso. No teníamos TV en casa cuando llegué (bah, tampoco tenemos ahora). En mi caso, si tengo que darle crédito a algo en particular en esos primeros meses que me llevaron del dolor de cabeza de no entender nada a una luz al final del túnel, tendría que ir al "L.A. Times". Todas las mañanas empuñaba mi moneda de 25 centavos para sacar el diario durante el regreso (hoy se necesitan tres de esas monedas para comprar el diario). Almuerzo. Dos horas tratando de descifrar las noticias diccionario en mano. Y recuerdo en especial esperar con ansias la llegada del jueves, el día que salía el "Food Section" (hoy sale los miércoles).
En una nota allí me enteré de la existencia de Julia Child, en la que era venerada como diosa del olimpo. Pregunté sobre ella, recuerdo, y pensé "La Petrona de Gandulfo americana".
Julia Child cambió el mundo. Su libro "Mastering the Art of French Cooking" marca un antes y un después en la gastronomía norteamericana, que dejó de ser el hazme reír mundial junto a Inglaterra para producir los mejores restaurants y chefs del mundo.
Aquí algunos videos de Julia Child.
Y a mi mesa de luz, este libro sobre la decadencia de la gastronomía francesa. Parece muy interesante a juzgar por la descripción:
France is in a rut, and so is French cuisine. Twenty-five years ago it was hard to have a bad meal in France; now, in some cities and towns, it is a challenge to find a good one. For the first time in the annals of modern cooking, the most influential chefs and the most talked-about restaurants in the world are not French. Within France, large segments of the wine industry are in crisis, cherished artisanal cheeses are threatened with extinction, and bistros and brasseries are disappearing at an alarming rate. But business is brisk at some establishments: Astonishingly, France has become the second-most-profitable market in the world for McDonald’s.
How did this happen? To find out, Michael Steinberger takes an enviable trip through the traditional pleasures of France. He talks to top chefs—Alain Ducasse, Paul Gagnaire, Paul Bocuse—winemakers, farmers, bakers, and other artisans. He visits the Élysée Palace, interviews the head of McDonald’s Europe, marches down a Paris boulevard with José Bové, and breaks bread with the editorial director of the powerful and secretive Michelin Guide. He spends hours with some of France’s brightest young chefs and winemakers, who are battling to reinvigorate the country’s rich culinary heritage. The result is a sharp and funny book that will give Francophiles everywhere an entirely new perspective—political, economic, personal, and cultural—on the crisis in the country and food they love.
PD: me encantó la película. El Oscar a mejor actríz del año que viene ya tiene dueña.
vi los cortos el otro dia y me encanto!!! los blogs de cocina que vengo siguiendo desde hace unos años todos hablan de ella siempre, la nombran como a la biblia... pero todavia no compre ningun libro de ella ni segui ninguna receta... ya llegaré... (antes tengo que tirar cientos de páginas de Maru Botana que vengo acarreando desde Baires y no miro nunca jamás!)
ReplyDeleteme anoto el libro para leerlo.. parece muy interesante... gracias!
ReplyDeleteMuy interesante.
ReplyDelete¿Algo que ver con Susan Boyle?
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