La primera vez en mi vida que subí a una escalera mecánica fue en la tienda Los Gallegos de Mar del Plata, cuando tenía unos 8 años. Subí y bajé unas cuarenta veces, hasta que mi abuela me sacó de una oreja para seguir de paseo.
También fue la primera vez que me bañé en el mar. Pero por algún motivo me quedó más grabado lo de la escalera. Debo ser un consumista de alma.
Era la época de los famosos viajes a "La Feliz" para los jubilados del Pami. Me acuerdo que mi viejo pagó mi pasaje para que la acompañe.
Éramos tan pobres.
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