Yo sinceramente no veo más que dos salidas posibles para Argentina. Me dicen si a ustedes se les ocurre alguna más.
La utópica: los argentinos, por esfuerzo conciente, evolución natural o hecho fortuito, logran ponerse los pantalones largos y salir de la adolescencia ideológica en la que vivieron hasta ahora. A continuación son capaces de reformar el sistema político y electoral para poder ir reemplazando paulatinamente su dirigencia con personas con este nuevo esquema de valores.
La realista: las clases dirigentes argentinas (políticos, empresarios, sindicalistas, etc.) se dan cuenta de que los pastores más exitosos son aquellos que esquilman a sus ovejas en lugar de comérselas y, explicita o implícitamente, alcanzan un consenso de base de no más de cuatro o cinco cuestiones para mantener un piso mínimo de racionalidad en la administración del país.
No conozco ningún caso como el primero. Los países que lograron sumarse tardíamente a la modernidad lo hicieron gracias a una decisión conciente de sus clases dirigentes. Una vez que cambian los incentivos, el resto de la población se va acomodando a la nueva realidad.
Es el caso de países como la Argentina de la segunda mitad del siglo XIX, España, Portugal, Grecia, Italia, Irlanda en la segunda mitad del XX, o Corea del Sur, Taiwán y Chile más recientemente.
Quizás hubiese sido el caso si Menem hubiera podido controlar el gasto público y la deuda.
ReplyDeleteSe había entreabierto una puerta de aceptación del capitalismo que cerró y quedó soldada en 2002.
Yo cada vez soy mas pesimista respecto a que la actual estructura política del país logre alguna vez convertirse en algo racional. Lamentablemnte creo que hace falta repetir un proceso como el de la llamada "anarquía del año 20" (con sus secuelas posteriores, para barajar y dar de nuevo, al estilo 1853
ReplyDeleteExacto, tiene que ocurrir un desastre de una magnitud muchas veces superior al 2002.
ReplyDeletePorque ni siquiera hay influencias externas, porque lo que nos ocurre no le interesa ni le afecta a nadie.
La solución final pasa por el colegio, por la educación. Enseñar otros valores. Pero la mayoría de los profesores/maestros son progres o zurdos... por eso sinceramente no veo salida por ese lado. Una "reconversión" de la gente en la Universidad está complicada pero no es imposible, eso afectaría a la clase dirigente solamente que no es poco. El gobierno de Menem fue un golpe duro para el liberalismo y la economía de mercado, porque si bien se hicieron muchas cosas bien hubo mucho gasto público vía deuda.
ReplyDeleteSinceramente no veo salida, ninguna de las dos. Salvo Ezeiza o Clonazepam... igualmente hay que seguir "luchando".
Blogo, la salida violenta creo que es para peor, más probable ir a una Venezuela/Bolivia/Ecuador que a un Chile, no sé.
ReplyDeleteEl éxito de Pino Solanas en el distrito más educado y de mayores ingresos no es poco.
el éxito de Pino fue para mi una gran decepción de este país.
ReplyDeleteuno ve caer un populista, y lo cambian por otro identico o peor.
este pais no se va a arreglar nunca.
No digo salida violenta, digo que las cosas no van a cambiar hasta que el régimen de ideas y poder fracase de una forma tan estrepitosa que haga que se acepte una alternativa.
ReplyDeleteHoy, cualquier alternativa es inaceptable tanto para el pueblo como para los políticos.
¿Qué es inaceptable? El control del gasto público, reforma o fin de la coparticipación, apertura comercial que termine con las industrias que nunca competirán, límites al poder del ejecutivo, fin del gremialismo fascista, reforma impositiva, respeto en general a la ley y a las instituciones.
El sistema acutal se va a tener que agotar por sí mismo, va a tener que fracasar tantas veces y cada una peor a la anterior para que se acepte cualquier remedio, algo diferente.
ReplyDeletePara que se corra el velo de los Andes y veamos que tenemos el modelo a seguir pegado a nuestras fronteras.
ReplyDelete¿Por qué surgen clases dirigentes más racionales que otras? Yo creo que resulta muy interesante estudiar los casos de países que lograron salir del más abyecto atraso y pobreza, como la Argentina de la segunda mitad del siglo XIX.
ReplyDeleteUrquiza no era muy diferente de Rosas ni de los otros caudillos de la época. Sin embargo, estuvo a la altura de las circunstancias. No fue perfecto ni mucho menos, pero hizo lo que el país necesitaba de él. ¿De dónde salió la clase dirigente que gobernó al país durante los siguientes 70 años?
Sin ir más lejos, y salvando las distancias, ¿de dónde salió Menem? ¿De dónde salió el Cobos que votó en contra?
Me parece que el camino de salida requiere la concurrencia de dos condiciones necesarias: masa crítica de dirigentes racionales en el sentido que lo define Louis, y una corriente internacional no hostil (o mejor aun favorable) a esa racionalidad. De ambas, yo creo que esa falta de masa crítica es EL problema.
ReplyDeletePablo
Pablo
En el caso de la Argentina, yo creo que pueblo y dirigencia creyeron después del centenario que ya éramos un país rico y del "Primer Mundo" y que el resto del mundo (EE.UU.) nos tenía envidia y nos quería parar. Que ya no necesitábamos a los ingleses ni a los americanos, que "lo nuestro" alcanzaba.
ReplyDeleteY se actuó en consecuencia con los conocidos efectos. Por eso la idea de rechazar lo extranjero, lo de las "soluciones" especiales que no se aplican en ningún lugar del mundo. La "excepcionalidad argentina".
Menem es un estadista, un político con mucho olfato que vio para donde iba la mano. Por desgracia, las fuerzas reaccionarias eran demasiado fuertes.
Cobos no es más que un payaso radical. Los radicales, valga el oxímoron, son los fanáticos de la moderación y él votó "no positivo" (ni siquiera tuvo los huevos de decir "en contra") porque no le gustaba la idea de la confrontación campo-gobierno. Pero, a no dudarlo, Cobos está en favor de las retenciones elevadas para sostener la "redistribución" del ingreso y las industrias pedorras de cartón de alta tecnología, la textil, la de zapatos, la automotriz, etc.
En el peronismo, a diferencia del radicalismo, hay mucha gente pragmática pero una abrumadora mayoría que cree en las políticas del fracaso.
ReplyDeleteEn el radicalismo, todos creen en las políticas del fracaso y la dignidad nacional.
"En el radicalismo, todos creen en las políticas del fracaso y la dignidad nacional."
ReplyDeleteSalvame a López Murphy, aunque por algo se fue de ahí.
Blogovido, lamentablemente la experiencia (fructífera) de Chile no existe para el argento promedio (aunque no sé como será la cosa en las provincias limítrofes con Chile).
ReplyDeleteEntonces, ¿Qué nos queda? Yo propongo una vía, y en ésta coincido con lo que afirma el economista Jorge Ávila en su blog:
Primero: rezar para que este año en Uruguay gane las elecciones el Partido Nacional (blanco), con Luis Alberto Lacalle como candidato.
Segundo: siguiendo con el punto anterior, que Uruguay inicie el camino para la firma de un TLC con Estados Unidos.
Ahora, ¿Qué tiene que ver todo esto con Argentina, si estamos hablando de Uruguay? Simple: la influencia indirecta que puede tener en Argentina el hipotético progreso uruguayo gracias a ese TLC. ¿Por qué? No hay país más argentino en el mundo que Uruguay y a esto súmenle otro factor no menos importante para mí: la mayoría de la llamada "opinión pública" argentina se concentra en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores; para ellos, Uruguay es cómo una provincia más y dado que una cantidad no despreciable de porteños va a vacacionar a Punta del Este o pasa un fin de semana en Colonia del Sacramento, la posibilidad de que Uruguay progrese gracias a ese TLC con Estados Unidos puede generar que mucha de esa gente piense y le diga a sus familiares y conocidos algo así como "Che, tenés que ver como está progresando Uruguay, no lo puedo creer. ¡Cantidad de edificios en construcción! Y tanto que los puteamos a los yoruguas y mirá lo que están haciendo".
Ahí puede existir la vía para que empecemos a sacar la cabeza del tupper.
¿Qué les parece?
Andrés
Andrés, No lo sé. ¿Es cuestión de educación, como dice Rothbard y comentamos varias veces en el blog? ¿Es una cuestión de inteligencia? ¿O de valores?
ReplyDelete¿Por qué Urquiza organizó al país bajo una constitución liberal en lugar de ser un sátrapa de cuarta más? ¿Qué cambió en la Argentina para que surja la dirigencia que la gobernó hasta bien entrado el siglo XX?
No lo sé. Seguramente es una conjunción de factores.
Por otro lado, ¿cuántos de los dictadores que cometieron las peores atrocidades en África (y Haití) eran graduados de prestigiosas universidades occidentales?
Andrés, no sé si sería posible, pero requeriría una suerte enorme. Además el argentino no considera a Uruguay como de nuestra "categoría". Es otro Chile. Uruguay mismo tendría que cambiar bastante también, porque será mejor que Argentina, más serio y coherente, pero es un país estatista bastante pedorro.
ReplyDeleteLo de Urquiza, para mí es el Ying Yang argentino, siempre hay una fuerza que mira al interior y otra que mira al exterior. Por 60 o 70 años fue más fuerte la que mira al exterior, y desde 1930 (o antes) nos miramos el ombligo y nos creemos que es el centro del universo.
Sí, Blogovido, es verdad que Uruguay es un país bastante estatista; de hecho, una parte considerable de su fuerza laboral trabaja en el Estado, dado que allá todavía existen grandes monopolios estatales (léase ANCAP, UTE, OSE, Antel, etc.). Tampoco te olvides que fué pionero en crear un Estado benefactor de la mano de José Batlle y Ordóñez.
ReplyDeletePero por otro lado, siempre ví a Uruguay como una versión mejorada de Argentina: la política será igual de porquería que la de acá, pero te doy un ejemplo: en 2002 el país oriental estaba fundido económicamente y orillando la cesación de pagos, pero todos los sectores políticos (incluído el Frente Amplio) se pusieron de acuerdo para evitar esa posibilidad. Resultado: el Partido Colorado, entonces oficialista, salió maltrecho; pero después vinieron inversiones como la de...Botnia y ENCE.
Ah, al mismísimo Tabaré Vázquez lo han tentado con la reelección presidencial, pero siempre ha dicho que no.
Pero al menos me reconforta la posibilidad de que si Uruguay firma ese TLC con Estados Unidos, tal vez nos enteraríamos de que habría grandes flujos de inversiones yendo hacia el otro lado del charco y a no mucha distancia de Buenos Aires. Como decía antes, dado que muchos porteños vacacionan en Uruguay, no creo que eso pase tan desapercibido (y más aún porque Buenos Aires suele ser el centro de la opinión pública nacional).
Andrés
Pol Pot estudió en París. Sátrapas con titulo universitario sobran.
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