Clara Mariño hace un diagnóstico bastante acertado, creo yo, del estado de la educación en Argentina. La decadencia educativa no es más que un aspecto más de la decadencia generalizada del país y creo que es imposible dar vuelta la situación sin un cambio en el contexto general del país.
Algunas cosas sueltas que se me ocurren:
El esfuerzo principal debería concentrarse en la escuela primaria y secundaria. Tal vez el primer objetivo debería ser la cantidad, que todos (o la gran mayoría) de los chicos en edad de hacerlo terminen la primaria y la secundaria.
En el caso de la primaria y la secundaria, los verdaderos clientes del sistema no son los alumnos sino los padres de los alumnos.
El sistema no va a ofrecer excelencia mientras los clientes del sistema no demanden excelencia.
Para que los clientes del sistema demanden excelencia, debe ser percibida como un valor. Lamentablemente, me temo que en la Argentina pobrista, la de la nivelación hacia abajo, la excelencia no goza de prestigio social.
Si alguna vez los clientes empiezan a demandar excelencia, tendría sentido implementar un sistema de subsidio a la demanda.
En ese sentido, sigo creyendo que Argentina debería avanzar hacia la descentralización total del sistema: transferencia de las escuelas primarias y secundarias públicas a los gobiernos locales (municipales) e implementación de un sistema de vouchers para que los padres de los alumnos puedan elegir las mejores escuelas para sus hijos.
El gobierno federal podría ocuparse de hacer públicos en todo el país los resultados de las evaluaciones anuales de las escuelas, como se comenzó a hacer durante los 90.
Por supuesto, nada de lo anterior tiene sentido si no se reforman las leyes del sector, entre otras cosas haciendo que los docentes estén regidos por el mismo régimen laboral que el resto de la sociedad.
Lo barato sale caro. Es imposible pretender tener maestros y profesores profesionales y dedicados con los salarios y el prestigio social de “los trabajadores de la educación” actuales.
Las escuelas que verdaderamente estén interesadas en la excelencia podrían comenzar a analizar la posibilidad de jornadas de clases extendidas, como existen en EEUU o acá en Québec, en lugar de las 4 horas como máximo que son normales en Argentina.
El problema con eso es que terminás con ghettos en La Matanza, José C. Paz, etc.
ReplyDeleteTendría que ser una solución con excepciones.
Las palabras en ese cartel "Social" y "dignidad" te muestran que el problema de la educación no se soluciona con más plata sino rajando a todos esos "trabajadores de la educación" politizados y sindicalizados.
ReplyDeletedigo trabajadores de la educacion, porque esos de maestros tienen poco y nada.
Luis, según tu opinión, ¿Quién debería encargarse de los contenidos que aprenden los chicos en la escuela? ¿Quién debería organizar el sistema educativo (por ejemplo, que exista Primaria y Secundaria o EGB y Polimodal)?
ReplyDeleteAndrés
Andrés, soy conciente de que en Argentina sería imposible, pero yo creo que cada provincia debería decir qué sistema de educación responde mejor a sus necesidades. La coordinación de contenidos mínimos a nivel nacional debería ser manejada por una secretaría de educación a nivel federal con tres empleados.
ReplyDelete¿Por qué no se privatiza la educación entera?.
ReplyDeleteDario,
ReplyDeleteMe sacaste las palabras de la boca. En mi opinion la educacion no tiene que estar en manos del estado, punto. Es MUY peligroso ya que facilmente se torna en un medio de adoctrinamiento y los chicos son tomados de rehenes por sindicatos y politicos. Creo que la educacion tendria que estar en manos de la Iglesia, de particulares, de cooperativas, de empresas privadas, etc como lo ha sido toda la vida. Los actuales colegios publcios debieran ser cerrados o privatizados (para calmar a los maestros, podes hacer la Gran Memen y tirarles algunos de los colegios para que manejen otorgando creditos a cooperativas formadas por ellos. Te puedo aseguar que el dia que tengan que competir sin papa estado para cubrirles las espaldas le va a aguzar el ingenio a mas de uno. Los maestros no debieran quejarse por que son los que mas podrian ganar con un sistema privatizado. El estado debiera solo financiar los pobres que no tienen otra manera de pagar a traves de vauchers. Por supuesto que eliminar el subsidio a la educacion universal debiera conllevar una baja de impuestos.
Con respecto a los contenidos, los reemplazaria por un sistema de certificacion estilo "bac" o "selectividad" o "SAT". El contenido de esta certificacion debiera ser preparado por una empresa privada de reconocimiento internacional y los examenes tomados pro proveedores privados (como son las certificaciones en USA. Como bien dice Luis, tres empleados a nivel federal para manejar el contrato con la empresa certificadora.
ReplyDeleteIsidro, yo creo que cambiando los incentivos se pueden lograr resultados comparables sin pagar los costos políticos de una entrega en concesión de los servicios.
ReplyDeleteDe todos modos, el debate es medio al fart si los padres de los alumnos no empiezan a demandar excelencia.