Una de las características de las sociedades a las que les va como a la argentina es la preferencia por el pasado, en gran medida para escapar de un presente espantoso y de un futuro sobre el que sienten que no tienen ningún control.
En el caso particular argentino, como esas familias de apellido venidas a menos, yo creo que también tiene que ver el deseo de vivir de las glorias del pasado. Muchos argentinos de más edad todavía se acuerdan de cuando la clase media urbana del país tenía un nivel de vida comparable al del sur de Europa (hasta los primeros años de la década del 70) y muchos otros más jóvenes se empeñan en seguir habitando en la fantasía de que Argentina es un país rico, lástima que (completar con lo que esté de moda en el momento: lo shanki, los ingleses, los españoles, los uruguayos, etc.) nos garcan y se roban Nuestras Riquezas™:
La falta de una concepción de la vida comprometida con el tiempo futuro es propia de cierto infantilismo, como lo es la propensión a instalarse indefinidamente en la queja y, también, el miedo o la aprensión a caminar hacia un porvenir signado por la esperanza. En los esquemas psicológicos que suelen manejar algunos profesionales, la negativa de muchos dirigentes a despegarse del pasado es asimilable a la actitud de aquellos estudiantes del colegio secundario que retienen o adeudan deliberadamente un determinado número de materias previas como un modo de prolongar en el tiempo su conexión emocional con una etapa de la vida que se niegan a dejar atrás.
Luis, la editorial es imperdible. Es más, me acordaba de ese tema de U2 que dice, entre otras cosas, lo siguiente:
ReplyDelete"You've got stuck in a moment
And now you can't get out of it"
Andrés
La gran pregunta es cómo sacas de esa situación a alguien que elije voluntariamente vivir así.
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