Sep 25, 2009

No falla nunca

Si pasean por algún pueblito perdido del interior, sobre todo en las provincias del noroeste, y ven una casa que desentona con la pobreza y falta de mantenimiento generalizada del lugar, seguramente comprobarán que es propiedad de un político (el intendente, un concejal, algún diputado nacional o provincial) o un sindicalista.

En esta zona, más allá de que las casas tienen un estado general mucho más elevado que aún en las zonas de ingresos más altos de Argentina, las más lujosas y caras siempre son de personas que trabajan en el sector privado: empresarios, médicos, abogados famosos, etc. No porque los políticos o sindicalistas sean pobres sino porque su nivel de ingresos no los diferencian del resto de la población.

La tendencia natural de los políticos en todos lados es el populismo y el clientelismo. Son las tergiversaciones más comunes del proceso de estar buscando permanentemente dejar a todo el mundo contento para conseguir votos.

La diferencia entre un país al que le va como Argentina y otro al que le va como Canadá pasa por el piso mínimo de racionalidad sobre el que se mueve la administración del país. En Canadá el estado es demasiado grande y la tendencia es a agrandarse cada día más, pero cada vez que amenaza con convertirse en imposible de financiar por parte del sector privado, se vuelve unos pasos atrás.

En Argentina se concibe y tolera la existencia del sector y la iniciativa privada como un mal necesario para financiar un estado que es al mismo tiempo omnipresente y absolutamente incapaz de prestar con un mínimo de eficiencia los servicios básicos que se supone que debe prestar.

7 comments:

  1. Una observación muy atinada la tuya. Yo he conocido pueblos del interior en donde algunos de los profesionales del pueblo a su vez se desempeñaban en la política, y sus propiedades lucían más por el esfuerzo puesto en sus disciplinas que por el producto de su militancia. Ergo, casi todas tenían muy buen gusto, estaban visualmente 'abiertas' a la contemplación y el acceso del resto, porque después de todo, eran vecinos; y después de varios años no tenían un solo metro cuadrado agregado sospechosamente.
    Por lo tanto, era casi imposible determinar que estos 'prohombres' vernáculos hubieran prosperado ediliciamente a costa de 'la politiquería'; a lo sumo si metían la mano en la lata, se los descubría por otro lado.
    Cómo cambiaron los tiempos! Hoy todos sabemos que aquel pirulo que vivía en una pieza y se dedicó a la política se ha procurado en esacasísimo tiempo una mansión, diseñada solo con la escala de la opulencia y por ende, de muy mal gusto; es más, con un murallón en torno a la casa como para que nadie le rompa las pelotas, ni siquiera sus vecinos. Tanto es evidente la diferencia, que se suele decir: 'Concordia está detrás de la casa de Alasino'; o 'pasando la casaquinta de Joga, aparece Formosa'...

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  2. Me acuerdo de una casa muy grande y lujosa en Formosa, propiedad de una pareja de abogados laboralistas. Me dijo un local que le decían La Morcilla. Cuando pregunté candidamente "por qué?", me dijo que era porque estaba hecha con sangre de negro.
    Es así nomás, en el norte las casa más lujosas son de abogados laboralistas o de empleados publicos o de un ejemplar que cumple con ambas condiciones al mismo tiempo (a ese si lo ves venir tratá de cruzar la calle rapido, por tu vida).

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  3. Lo que se dice: vivir gracias a los conflictos que crea el propio Estado con la legislación laboral, en este caso. En mi caso, soy estudiante de la carrera de contador público y mientras cursaba una materia llamada "Derecho del trabajo y de la (in)seguridad social", tenía que usar un compendio de legislación laboral que lo hace la Editorial La Ley. ¿A qué me quiero referir con esto? ¡¡A las ganas que tenía de prender fuego ese compendio (libro)!!

    Si hay algunos códigos a los que me gustaría hacerle caso al tema de Sandro ("Dame fuego"), son estos:
    -Código de Minería.
    -Código Aeronáutico.
    -Código Aduanero.

    Tengo mis dudas sobre si habría que prenderle fuego a los Códigos Civil y de Comercio. ¿Ustedes que opinan?

    Andrés

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  4. Habría que preguntarle a Julio o Ramiro pero desde el llano te digo que no me desagrada la iniciativa para nada.

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  5. Buena idea, Luis, habría que preguntarles a ver qué opinan; quizá ellos tengan más conocimiento que nosotros.

    Eso sí: cuánto menos leyes y códigos, mejor.

    Andrés

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  6. Quemar el código aduanero no, directamente cerrar las aduanas, que no haya autoridad de cumplimiento.

    Sobre el post: "En Argentina el estado es demasiado grande y la tendencia es a agrandarse cada día más, pero cada vez que amenaza con convertirse en imposible de financiar por parte del sector privado, se ... hace una devalueta y una licueta, y vuelve a empezar el ciclo".

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  7. Me gustó tu idea, Blogovido. Yo también haría eso.

    Aunque me gustaría saber qué piensan Ramiro, Julio u otras personas que saben sobre la idea de prender fuego a los códigos Civil y de Comercio. En serio, es un tema que me intriga y me gusta.

    Andrés

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