Pese a todo, el Mingo Cavallo es optimista sobre el futuro del país. No sé por qué me queda la sensación de que se acomoda en la gatera para una eventual convocatoria del próximo gobierno.
Yo lo pongo en estos términos, si Argentina adopta un modelo similar al de Chile y lo mantiene durante tres cambios de gobierno, le espera un futuro tan promisorio como el de los chilenos:
Argentina podrá aprovechar las oportunidades que vuelven a abrirse con la recuperación de la economía global sólo si produce un replanteo integral de las reglas de juego de su economía. Esta posibilidad se abre a partir de la elección presidencial que llevará a que se inaugure un nuevo gobierno el 10 de diciembre de 2011. Antes de esa fecha, lo mejor que puede esperarse es que el gobierno actual ya no pueda sostener los desequilibrios en los precios relativos y en las cuentas fiscales y deba producir un “sinceramiento” de la economía, de tal forma que no quede activada una bomba de tiempo para el inicio de la nueva gestión.
El replanteo integral requiere que vuelva a organizarse la actividad económica del sector privado a partir de mercados abiertos, con competencia y sin intervenciones distorsivas del Estado y que el sector público readquiera una adecuada disciplina presupuestaria sin impuestos a las exportaciones.
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