Sep 15, 2009
Su graciosa majestad el diputado
Su graciosa majestad el diputado
Hoy en Pravda alcancé a leer una nota de un taxista que relata experiencias con pasajeros.
Uno de sus ellos, una diputada que le entregó su tarjeta y se ofreció a atender cualquier necesidad al enterarse de que el taxista era padre de una discapacitada.
El taxista finalmente buscó recurrir a la diputada por e-mail para la resolución de un inconveniente sin obtener respuesta. Luego recurrió a otro diputado con el cual tuvo una entrevista pero de allí no pasaron las cosas.
Cierra su nota con el comentario: “realmente he tenido un enorme desencanto con los legisladores del Congreso Nacional que parecieran olvidar que están allí por nuestros votos.”
Pocas notas dejan tan clara la realidad argentina.
El "ciudadano" le otorga el voto a los diputados para que ellos lo retribuyan con "favores", cual señores feudales.
Y eso que se trata de una persona que escribe notas en diarios.
¿Sabrá alguien que la función de los diputados nacionales es la de representar a los ciudadanos ante el congreso nacional participando en la elaboración de las leyes y controlando a los otros poderes?
Parece que no, los diputados parecen cumplir el rol de hada madrina, de rey mago o de caballero andante.
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La concepción de la política que tiene el argentino promedio es esa. Cuando se quejan diciendo "todos prometen pero ninguno cumple" en realidad la queja es la misma que la del taxista del artículo. Los representantes están para dar "regalos" que prometieron en la campaña. De balance de poder y república, cero.
ReplyDeleteConvengamos una cosa; son los legisladores quienes primero tienen que entender y asumir cuál es su rol. No puede ser que de vez en cuando, algún diputado trate de elevar un proyecto para la instalación de un teléfono público en Tilcara; o tratar de lograr la declaración de 'interés nacional' de la fiesta del caballo...ahí no solamente la pifia el argento que golpea la puerta del 'representante' del pueblo para exigirle esas nimiedades; también cae en la debilidad el tipo que accede a darle forma de proyecto legislativo. Hay en el poder legislativo esa condición centro-periférica de la actividad parlamentaria, proporcional al grado de enroscamiento de los legisladores (o experiencia también)en el juego ejecutivo/legislativo; están los 'pesos pesados' que te van a trenzar en el tratamiento de leyes fundamentales (ley de medios, la 125, etc.)y no se dedican a emular a la Madre Teresa precisamente; y están los que acceden a una banca desde la virginidad de los ignotos partidos provinciales, y creen que justamente llegan al Congreso para grandes expectativas personales, como gestionar un subsidio para el centro comunitario del pueblo de donde son oriundos; lo malo, es que además estos últimos quedan como complemento para levantar la mano en favor de los rosqueros...
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