Oct 25, 2009

El caudillismo bueno

Marianito se pregunta hasta dónde está dispuesto a llegar Kirchner para mantenerse en el poder:

Lo que surge de estas consideraciones es que aquellos que logren derrotar a Kirchner en 2011 sólo se pondrán a la altura de su inmensa responsabilidad si advierten que su meta no es simplemente un mero "cambio de gobierno" sino un verdadero "cambio de sistema", nada menos que la reconstrucción de un Estado republicano y democrático que exorcice a la pobreza, en lugar del desierto institucional que dejará tras de sí el aspirante a dictador que todavía se empeña en demorarla.

Grondona no es un caído del catre ni un recién llegado al mundo de la política argentina. Yo sencillamente no puedo creer que la sorpresa le llegue recién ahora.

Cualquier persona que haya vivido o tenido oportunidad de visitar alguna vez una provincia caudillista sabe perfectamente cuál es el objetivo y la metodología de Kirchner.

El caudillo, que formalmente ocupa el cargo de gobernador, es dueño y señor de su distrito. La legislatura y la justicia son meros apéndices de su persona (y digo de su persona porque ni siquiera es posible hablar de ejecutivo). El caudillo controla la prensa local, a través de la publicidad oficial y otros beneficios o directamente a través de amenazas y/o acoso judicial o legal, y las pocas ONGs que funcionan en la provincia son poco menos que sucursales de adoctrinamiento del partido oficial. Mientras tenga caja para pagar todos los meses los sueldos del 60 – 70% de la población económicamente activa que es empleada pública y para dar algún aumento de tanto en tanto, los sindicatos lo apoyan incondicionalmente. La oposición es inexistente y el caudillo maneja la ley electoral a su gusto y paladar. La “burguesía provincial” se beneficia de generosísimos contratos con el estado, siempre y cuando un porcentaje vaya a los bolsillos de los funcionarios que los conceden.

Desde que llegó a la presidencia, Kirchner viene aplicando a nivel nacional exactamente el mismo modelo que utilizó durante sus años como gobernador/caudillo de Santa Cruz, con el apoyo entusiasta de millones de argentinos. No conoce otra forma de hacer política.

La única sorpresa es que le haya resultado tan fácil hacerlo.

3 comments:

  1. Le resultò fàcil por dos motivos:

    a) el espiritu unitarista reinante en este bendito país donde lo que sucede en una punta no se sabe en la otra; y esto te lo digo como patagònica que soy.
    b) billetera mata galàn (y tbm mata las convicciones y los ideales de los gobernantes)

    Tenemos tan pero tan mala memoria que los Saadi siguen siendo senadores..... con eso creo que te digo todo.

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  2. Gabriela, con tal de que huela a revanchismo la gente tolera cualquier cosa.

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  3. Luego de que los argentinos renunciaran a la república y a la modernidad, era lógico que tuviese éxito un caudillo populista con suerte.

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