En cuestiones de prensa, no debemos confundir libertad con libertinaje

¿Por qué soy tan pesimista con el futuro del país?

A horas de aprobarse la estatización de hecho de los medios en el país, que garantiza que a futuro la libertad de prensa será una ficción, nada menos que Pablo Sirvén te explica en una columna de La Nación que los partidarios de la libertad absoluta son tan extremistas y nefastos para el país como el kirchnerismo y sus aliados, que buscan terminar con ella.

Es para pegarse un tiro ya saben dónde:

Como suele suceder, lo justo y lo lógico suele ubicarse en un lugar intermedio entre las desmesuras extremas: algunos holdings de comunicación no debieron crecer tanto como lo permitieron Menem (les autorizó a ampliarse sin límite y miraba para otro lado cuando arrasaban y/o absorbían a sus debilitados competidores), Duhalde (les concedió la ley de quiebras que los salvó de la hecatombe en 2002) y el mismísimo Kirchner (les regaló diez años más de licencias y les condonó deudas); ni tan chicos ni dependientes de los favores estatales, como pretende ahora Cristina Kirchner y su obediente brazo ejecutor legislativo.