Marianito sostiene que en la Argentina kirchnerista “el opio del pueblo” es el fútbol.
Convengamos que estas cosas no hablan muy bien de la Argentina como sociedad. Aún si el objetivo de su estatización fue tener contenta y distraída a la perrada, el argento de a pie puede demostrarles que no como vidrio y no dejarse engatusar.
Si millones de argentinos se conforman con fútbol gratis y asado barato los fines de semana y están dispuestos a sacrificar su presente y el futuro de sus hijos con tal de lograrlo, tienen bien merecido el país que tienen:
En sus tiempos de gloria, nuestro país se basó en la educación de Sarmiento y en la fe en el trabajo que se resumían en el lema "mi hijo el doctor". Hoy no se paga por ser más competitivo, por capacitarse y por trabajar más, sino por quedar a la vera del camino del esfuerzo para ponerse al amparo del clientelismo.
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