¿Cuál es su excusa?

De la sección “los intelectuales” de La Nación, hoy tenemos a George Gray Molina, politólogo boliviano de 41 años, con una maestría en Políticas Públicas de la Universidad de Harvard y un doctorado en Ciencias Políticas de Oxford, residente en Princeton, Nueva Jersey.

Veamos qué nos cuenta:

“La pregunta central de su trabajo de los últimos años es si pueden existir opciones de progreso para países pobres y pequeños que no estén basadas en mano de obra barata y recursos naturales primarios.”

Muy bien, para salir de la intrascendencia, los países pequeños (de población reducida) deben apuntar a políticas que favorezcan la acumulación de altos niveles de capital por trabajador para lograr niveles de ingresos elevados. No entiendo qué tiene de malo exportar recursos naturales primarios, pero veamos qué más nos dice, tratando de agregar cada vez mayor valor a la producción.

“Alternativas de desarrollo basadas en estudios de casos bolivianos vinculados con ‘el comercio justo y orgánico’.”

Ah, OK. Yo sigo creyendo que es un verso formidable, pero si sirve para exportar satisfaciendo la demanda de los delirantes del mundo, bienvenido sea.

“Mientras que Finlandia trata de volver al siglo XIX con tecnologías de bajo consumo de carbono, nosotros seguimos obsesionados por saltar al siglo XXI, con la industrialización del acero y cosas parecidas. Queremos subir tres peldaños, mientras que Finlandia quiere bajar un par. En todo esto creo que existe un espacio para encontrarnos en el medio.”

Okeeey… comparto, el desarrollismo mercantilista es una pésima idea. Bolivia debería especializase en producir aquello para lo que es eficiente. Ahora, si la modernidad y/o el progreso pasa por volver al siglo XIX, Bolivia sin duda se convertirá en la vanguardia de la Humanidad, ya que nunca salió de ese siglo.

“América latina puede ofrecerle al mundo una modernidad diferente, una alternativa más solidaria de desarrollo económico.”

Empezamos a patinar. ¿LA todavía no fue capaz de sumarse a la modernidad a secas y ya está en condiciones de ofrecer al mundo una modernidad diferente? ¿Y si en lugar de pretender cambiar las reglas del fútbol nos dedicamos primero a tratar de ganar algún Mundial?

“Debemos buscar modos de crecimiento alternativos, una economía más solidaria, que combine aspiraciones individuales y colectivas.”

Y nos vamos progresivamente a la merde. Bolivia es el país más pobre del hemisferio, después de Haití. Su problema es básicamente que no tiene crecimiento, ni del vulgar y silvestre ni del “alternativo”. No me queda claro qué significa buscar una economía más “solidaria”, tal vez se refiera a que si van a seguir siendo pobres es preferible que lo sean todos.

“Evo apela a un largo cambio social subyacente que construye una nueva clase media popular en el país.”

“Tengo una "mirada de tercera vía" sobre Evo Morales. Creo que Bolivia vive un proceso de cambio social absolutamente necesario para convertirse en un país serio.”

En fin. El indigenismo delirante de Morales es la antítesis de la modernidad que George (¿por qué eligen la versión inglesa de los nombres?) dice querer para su país. Tal vez para el politólogo boliviano Morales represente su tan mentada “modernidad diferente”.

Insisto, el paso por la universidad, aún si se trata de las más prestigiosas del mundo, no garantiza absolutamente nada.