Interesante post en lo de Rubén sobre la Argentina del Centenario, ¿qué opinan ustedes? Le dejé un comentario:
Yo creo que Argentina supo aprovechar las oportunidades que se abrían en esos años. No estaba cantado que iba a ser así. De hecho, la gran mayoría de los países de la región y del mundo no supieron o no pudieron hacerlo.
Por supuesto que hubo miles de problemas e injusticias y que lo que ahora nos parece una clase política ejemplar no lo era tanto, vista desde la misma época. Pero tengamos en cuenta que esto es así hasta en las mejores familias (y países). Lo que desde Argentina se vive como un proceso admirable de coherencia política e institucional relacionado con la historia de EEUU o Canadá, visto desde adentro no fue otra cosa que facciones que se impusieron sobre otras, con las pasiones y miserias de siempre.
La tentación tan argentina de meter a todos los políticos y todos los periodos históricos en la misma bolsa es muy grande, pero si no sabemos diferenciar entre lo que funciona y lo que no funciona estamos condenados a seguir fracasando.
Ojo, no niego de ninguna manera que el país aprovechó una oportunidad quizá única de cambiar. Lo que cuestiono es la idea generalizada de que este éxito haya sido un logro de los políticos. Y específicamente de los políticos que menciona el Mingo.
ReplyDeleteA mí cada día me queda más claro que, como dice Grondona, el casamiento de la Argentina de esos años con las ideas de la modernidad fue por conveniencia y a la primera de cambio se volvió a lo de mamá.
ReplyDeleteCreo que la Argentina de la segunda mitad del siglo XIX logró, por lo menos por un tiempo, los consensos de mínima para salir de la miseria y del atraso que otros países, como Italia o España, recién alcanzaron bien entrado el siglo XX.
Ese Estado de aquel entonces no tenía ni la centésima parte de poder que tiene éste para aplicar los incentivos equivocados que aplica a la producción.
ReplyDeletePor eso reitero el tema de los incentivos educativos para asimilar al gringo.
«[ ] la Argentina no es el único país con pampa húmeda. Existe otro, para colmo en Europa, y muy cerca de los grandes centros de consumo, y siempre fue pobre, a pesar del humus y de las buenas lluvias. Es Ucrania, cuyas llanuras son tan fértiles como las argentinas, pero nunca pudieron liberarse de la autocracia y la opresión, primero zarista, luego burocrático-soviética.
ReplyDelete«Ese país no se enriqueció como la Argentina ni abatió el analfabetismo ni incorporó oleadas impresionantes de inmigrantes. Al contrario: sufrió hambrunas y epidemias, emigración desesperada, a menudo forzosa. No tuvo un Alberdi y compañía ni una Constitución como la de 1853».
Marcos Aguinis (http://www.lanacion.com.ar/1007173)
Muy cierto, Oscar.
ReplyDeleteLo de Aguinis no hace mas que ratificar lo que digo. En el caso Ukraniano la política de señorío (que recién demolió la Revoución Rusa) no permitió ninguna injerencia de los capitales que en ese momento buscaban lugares para crecer.
ReplyDeleteSi ocurrió con el caso de la Industria, que como ustedes sabrán en la Rusia zarista comenzó a expandirse gracias a inversores alemanes.
BlogBis: ¿Estás pensando en un «orden espontáneo» o en una ley de la historia?
ReplyDeleteY bueno, ya hemos visto bastante historia que nos muestra que respetar a los capitales extranjeros es uno de los mejores caminos al progreso.
ReplyDeleteEl hecho de que no tantos lo sigan hace de quienes lo siguen virtuosos.