Esta mañana veía en un noticiero de Montreal las últimas novedades sobre la cumbre del global calenting en Copenhague y la llegada de Obama. Debería dejarse la barba y caminar con un palo largo para dar una imagen más de profeta bíblico.
Inmediatamente después, y sin que a nadie se le mueva un pelo, pasaron a la noticia del día: la ola de frío polar que está congelando a la provincia con temperaturas que no se veían en diciembre desde hace años. Los refugios para personas sin hogar de la ciudad están trabajando a pleno para que esa gente no se muera como moscas.
Es todo tan ridículo que seguramente deben hacer un esfuerzo tremendo para seguir tratando al tema con algo de solemnidad.
Ya es una creencia religiosa, una fe, no importan las noticias, las pruebas, etc.
ReplyDeleteYo no recuerdo en Bs As un diciembre tan frío y lluvioso como éste. Es cuestión de fe.
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