Por qué será que mucha gente se entusiasma más ante productos con un cartelito pegado que dice “industria argentina” que ante productos más accesibles y de mejor calidad, independientemente del cartelito que tengan pegados.
Suele pasar en todos lados, pero en países a los que les va como Argentina la cosa alcanza extremos grotescos.
Yo creo que tiene que ver con décadas de prédica mercantilista, de generaciones a las que se les machacó incansablemente que lo importante no es la cantidad de consumidores que tienen acceso a un bien sino dónde se lo fabrica. Como si los productos importados comprados con divisas generadas por exportaciones fueran menos argentinos que los que se hacen en el país.
Lo bueno del libre mercado es que estas elecciones no nos afectan. Cualquiera puede decidir comprar un producto caro y malo, y esto no condiciona nuestras posibilidades.
ReplyDeleteNi siquiera me molesta que las empresas usen slogans como "comprele al pais" o "compre argentino", en todo caso lo veo como una súplica lastimosa en el lugar donde debería estar el orgullo por haber hecho el mejor producto posible.
El problema real aparece cuando el estado toma estos conceptos como justificativos para eliminar libertades e inventar impuestos.
G. Max, el hecho de que tenga que obligar a los consumidores a comparar esa bazofia demuestra que voluntariamente no lo harían ni después de la ingesta de generosas cantidades de ginebra Llave.
ReplyDeleteEs como decís em tu post, Louis. La inmensa mayoría de los argentinos cree como un dogma que la industria nacional es buena per se. No pueden cuestionarlo porque no saben cómo hacerlo.
ReplyDeletePablo
Creo que sí, Pablo, tiene más que ver con dogmas que con cuestiones racionales.
ReplyDeleteTodas las veces, sin excepción, que que he conversado con personas que sostienen ese tipo de ideas surge que no tienen la menor idea de por qué lo dicen.
ReplyDeletePablo
Mucha gente sigue creyendo, por ejemplo, que la industria es la actividad que más puestos de trabajo genera (no es cierto, por lejos son los servicios) o que la actividad industrial es buen en sí misma y preferible a otras actividades económicas.
ReplyDeletePor eso, entre muchos otros ejemplos, sostengo (sé que discrepamos en esto, pido disculpas por lo reiterativo) que el argento promedio tiene más un problema de absoluta ignorancia de los fundamentos de la prosperidad, que de resentimiento. O si prefieren, es el resentimiento del ignorante, no del que tiene un proyecto alternativo claro y definido.
ReplyDeletePablo
Louis, por favor leete esto :
ReplyDeletehttp://www.bajauncambio.com/2009/12/esta-chapa-mal.html
Lo dijo nuestra oligofrenica hace 5 dias. Tiene todo que ver con lo que decis del Industria Argentina, y adornado con ese toque Cristinesco que lo hace doblemente patetico.
This comment has been removed by the author.
ReplyDelete