Nunca pude terminar de entender del todo por qué en Argentina se insiste en hacer las veredas con baldosas que indefectiblemente se terminan aflojando y saliendo. Pensar que el 95% de la ciudad donde vivimos directamente no tiene veredas.
Sería mucho más barato y práctico hacerlas de cemento (imitando baldosas, para los puristas) y terminar con la eterna historia de las veredas rotas y los zapatos inundados los días de lluvia.
Una observación Louis, el Gobierno de Macri empezó a reemplazar las baldosas por cemento hace un tiempo y los sacaron cagando.
ReplyDeleteNo sabía, ¿por qué?
ReplyDeleteSin las baldosas...¿cómo se justifica entonces el baldeo de la patrona?
ReplyDeleteComo bien dice Max, Macri hizo eso sobre todo cerca del Congreso y en algunos lugares del microcentro, pero el problema fue que el texturado que le hicieron al cemento, para no resbalar en dias de lluvia, fue tan berreta que la mugre se mete en las hendiduras y por mas que baldees todo el dia, dan un aspecto roñoso para no decir villero.
ReplyDeletePor eso saltaron todos.
Macri esta arreglando todas las veredas con ese texturado que dicen los chicos, la zona de Facultad de medicina quedò relinda... estàn haciendo todas las rampas para discapacitados nuevamente, en Palermito Hollywood ensancharon las ochavas y les pusieron unos tocones de metal con adoquines en las calles y medio con un desnivel... todo quedò bastante coqueto....
ReplyDeletePero como dice Beto el texturado (como una mezcla de rayè y salpicrè sesentoso) da un aspecto que no si si da roñoso pero si raro... tal vez una mezcla de rústico y precario que no se termina de amalgamar con el estilo francès que tiene la ciudad. O al menos que tenìa antes de que tiren abajo tanto edificio art-decò.
Existen dos tradiciones porteñas respecto de las veredas: la primera es construirlas mal, y la segunda es esperar que la municipalidad las arregle siempre en todos los casos.
ReplyDeleteLa primera es poco comprensible desde el punto de vista técnico. Sin embargo no hay elección de materiales que se salve de respetar la tradición n°1.
La segunda es un poco más entendible, ya que casi ningún propietario sabe que es su obligación la conservación, mantenimiento e incluso reconstrucción de la vereda de su terreno, excepto cuando se deba a trabajos de empresas de servicios (que las hacen, pero mal, respetando la tradición primera) o por la municipalidad en caso de raíces de árboles (que no la hace nunca).
Pablo