Parece ser nomás que Avatar, la última de Cameron, te las deja por el piso con el mensaje progre. La alquilaré para verla como entretenimiento puro:
Cameron’s superficial B-movie tropes pretend philosophical significance. His story’s rampant imperialism and manifest destiny (Giovanni Ribisi plays the heartless industrialist) recalls Vietnam-era revisionist westerns like Soldier Blue, but it’s essentially a sentimental cartoon with a pacifist, naturalist message. Avatar condemns mankind’s plundering and ruin of a metaphorical planet’s ecology and the aboriginals’ way of life. Cameron fashionably denounces the same economic and military system that make his technological extravaganza possible. It’s like condemning NASA—yet joyriding on the Mars Exploration Rover.
Parece que South Park tenía razón al final.
ReplyDeleteEste bodrio es "Dances with Smurfs" nomás.
¡Dance with Smurfs! ¡Jajajajajajajajajajajajajaja!
ReplyDeleteBueno, che, pero por lo menos hay que reconocer que Cameron no cobró un dólar por la película y vive en una choza sin electricidad ni agua corriente... Ah, no, me dicen acá que no.