Si se tratara de una cuestión racional, podríamos ilusionarnos con que ante un nuevo fracaso del socialismo nacionalista en la región los venezolanos, ecuatorianos, bolivianos y argentinos terminarían de entender que el “modelo” es una increíble fábrica de muerte, miseria, atraso y sufrimiento.
Lamentablemente, la cosa tiene mucho más que ver con lo emocional, con lo ideológico, con eslóganes de pintadas y panfletos de centro de estudiante, y siempre le encontrarán la vuelta para volver a rescatar al populismo del fracaso.
Lo que fracasa no es el “modelo” sino su implementación. Hay que seguir insistiendo porque en algún momento seguro que sale bien.
El otro dia leí esto en lo de Alejandro Rozitchner, creo que es la explicación definitiva:
ReplyDelete"Las personas que encajan en la prédica absurda de la izquierda o el progresismo K, que considera derecha a todo lo que supone un problema o una diferencia para su credo simplista, son personas que necesitan tratamiento, mucho amor, crecer, zafar de un miedo que los paraliza. El hipermoralismo, o sea, la persecución de los demás con el pretexto de los valores o la justicia, es una enfermedad mental."